lunes, 6 de octubre de 2008

Si Chavez no fuera así


Por: Alexis Márquez Rodríguez - Nadie con un mínimo de sensatez puede negar la necesidad de profundas transformaciones en la sociedad venezolana. En los cuarenta anios de la democracia hubo, ciertamente, muchas cosas positivas. Pero en el orden social el fracaso de AD y COPEI fue de dimensiones colosales. Y ahi esta el origen de lo que ahora padecemos. La crisis que vivia el país en 1998, agravada por los enormes errores politicos de adecos y copeyanos en las elecciones de ese anio, condujo al triunfo de Chavez, con el voto entusiasta de amplios sectores de clase media y de extraccion popular. Hoy es evidente que aquella crisis general de 1998 no solo persiste, sino que se ha agravado al maximo, hundiendo al pais en una verdadera catastrofe, y a buena parte de aquellos votantes, cada vez más grande, en la mayor decepcion. Si algo es hoy de una flagrancia que no requiere comprobacion es el fracaso del gobierno de Chavez, determinado por la palpable incapacidad para gobernar del propio Chavez y de sus colaboradores, incluyendo en este rubro no solo a los funcionarios del Poder Ejecutivo, sino también a los miembros de la Asamblea Nacional , del Poder Judicial, de la Fiscalia , de la Contraloria , de la sarcasticamente llamada Defensoria del Pueblo, del Poder Electoral, de las empresas e institutos del Estado, de las gobernaciones y alcaldias, con contadísimas excepciones. Aun suponiendo que el proyecto de gobierno de Chavez estuviese sinceramente encaminado al mejoramiento sustancial de las condiciones de vida de la sociedad venezolana, estaria condenado al fracaso, no solo por la ineptitud de sus colaboradores, sino tambien porque el propio Chavez ha dado muestras de esa misma incapacidad, puesta en evidencia desde el notorio desacierto en la escogencia de sus ministros y demas funcionarios, hasta la carencia de condiciones de estadista y de administrador publico, negado, ademas, a todo asesoramiento, que tampoco podria tener por la penuria intelectual, profesional y tecnica de los integrantes de su equipo, cuya senial mas notoria es la mediocridad y la ignorancia. Pero todo ello se agrava por los rasgos mas visibles de la personalidad de Chavez, que le impiden actuar con un minimo de cordura, de sinderesis y de sensatez. Muchos rechazan la calificacion de loco que suele atribuirse al presidente. Pero no se trata de creerlo loco en el sentido de que haya que tenerlo encerrado en un calabozo, o encadenado para evitar su furia agresora. Se le juzga loco en el sentido de la 2ª acepcion que del vocablo registra el DRAE: " 2. De poco juicio, disparatado e imprudente". ¿Quien puede negar que tal definicion cuadra muy bien a las actitudes casi cotidianas de Chavez? Su lenguaje habitual bastaría para justificar tal calificacion. Mal puede un gobernante con esas caracteristicas dirigir un proceso de transformacion del pais y de construccion de una sociedad bajo el imperio de la justicia y del buen gobierno. No solo es seguro su fracaso, sino que solo logra desprestigiar las ideas en las cuales supuestamente se fundamenta ese proceso.

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