viernes, 24 de octubre de 2008

Las mentiras del coronel


Por: Pedro Lastra - Cuenta el chiste viejo y malo que Fidel reunió en la Plaza de la Revolución su acostumbrado millón de (sub) empleados públicos flameando sus banderitas de papel y les dijo: “tengo una buena y una mala noticias. ¿Cuál prefieren?” Rugió la masa de subvencionados muertos de hambre con la obvia: “¡La buena!”. Respondió el caballo: “¡Para comer sólo nos queda mierda!”. Silencio absoluto. Paseó la mirada expectante el líder máximo por las cabecitas de sus ejércitos en nómina de inútiles ministerios, cuando una voz se elevó por entre la multitud y le preguntó tímidamente: “¿Y cuál es la mala, comandante?”. “¡Habrá que racionarla, pues no alcanza para todos!” - gritó estentóreo el titán de la Sierra Maestra. He recordado ese chiste macabro al leer en una nota de Noticias24.com que luego de que el barril de petróleo venezolano perdiera el 60% de su valor, lo que equivale, según cifras oficiales, a 120 millones de dólares cada 24 horas, esto es la friolera de más de 50 mil millones de dólares anuales, según el teniente coronel al país no le pasará nada porque “nosotros hemos logrado separarnos de la economía capitalista" y agregó: "tengan plena seguridad que a Venezuela no la afectaría la crisis mundial". Me asombra, porque según Maza Závala, que sí entiende de economía, la crisis nos hará turumba. La pérdida corresponde ni más ni menos a la cantidad que importamos desde los Estados Unidos año tras año. Como perdido ese monstruoso realero no tendremos con qué seguir importando, ni de los Estados Unidos ni de región alguna, está claro que la única manera que tiene el país de sobrevivir es “apartandose del capitalismo”. Es decir: muriéndose de hambre. ¿O es que en Venezuela existe otro sistema que el de trabajar por un sueldo y producir lo poco que nos permite mantener la cabeza por encima del estercolero. ¿Con qué le pagará Hugo Chávez los sueldos a esos más de dos millones de empleados públicos que están allí simplemente para hacer bulto, cobrar los 15 y últimos, asistir a las marchitas, tocar gorra y franela rojo-rojita y medio votar por el PSUV? ¿Con qué pagará Sidor, el Banco de Venezuela, Cemex y las mil y una empresas estatizadas para “construir el socialismo del siglo XXI”? ¿Con qué seguirá alimentando a los parásitos bolivianos, ecuatorianos, argentinos, nicaragüenses y hondureños? Hitler decía que los grandes mentirosos suelen ser grandes magos. Hasta que se les acaba la magia y terminan como él, pasto de las llamas en su bunker berlinés. Basta de engañifas. De la crisis global – por ello su nombre – no se salva nadie. Con el petróleo a $55, si es que no sigue bajando, se acabó el petrosocialismo y a pasar hambre que jode. Todo lo demás es cuento. Y como bien dice Nazoa, los cuentos no se comen. Se comen los huevos. No hace una semana dijo que con el barril a $100 todo estaba en orden. Pronto bajó la cuota a $55. ¿Con qué miserable cifra nos vendrá mañana? ¿O es que está jugando a los apagones para terminar de sacarnos del capitalismo y obligarnos a vivir en las tinieblas, como en la época de las cavernas? A Cuba la mantuvo Rusia y luego el chavismo. ¿Quién nos mantendrá a nosotros? ¡Qué pesadilla, hermano! ¿Quién fue el imbécil que recomendó votar en el 98 por un teniente coronel fracasado como administrador de cantina? Que de un paso al frente. No dura vivo ni 15 segundos.

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