martes, 28 de octubre de 2008

Venezuela - El apagón


Por: Guillermo Zurga - Nadie sabe lo que es en realidad un apagón, hasta que lo vive. Creo que todos los venezolanos ya sabemos lo que significa un apagón, por lo seguido y largo de estos, hechos estos que nos suceden cada día y cuando menos lo esperas. Un apagón es oscuridad, es calor, es frio, es no tener distracción por TV, tampoco puedes oír la radio, es no poder cocinar cuando tu cocina es eléctrica, es no tener agua cuando la fuente que te la envía es eléctrica, es no poder leer por no tener luz, es no poder lavar tu ropa ni poder secarla si ya la lavaste, es no poder usar tu computadora y por lo tanto tampoco el internet, a menudo se te dañan los equipos y utensilios eléctricos; en fin, un apagón, es algo así como quedar totalmente indefenso sin poder hacer absolutamente nada. Desde el punto de vista de la producción de bienes y servicios, un apagón significa: no poder trabajar, no poder producir, los insumos, alimentos o medicinas que necesitan de la refrigeración se dañan y se pierden, los trabajadores pierden el impulso y la motivación, el tráfico se complica o colapsa, las reuniones se aplazan, si es una empresa avícola los pollos se mueren, si es un restaurant o una carnicería las carnes se pudren, si es una estación de servicio no hay gasolina, el metro se para, las plantas se paran, la productividad baja, los productos encarecen y al final, el consumidor paga las consecuencias del apagón. El ángulo humano del apagón es catastrófico: La moral baja, el malhumor prolifera, las enemistades prosperan, la gente no cree en nadie ni en nada, las personas proactivas reducen su ímpetu, las personas negativas ven una oportunidad de ser mas negativos, las sonrisas y buenos modales se afectan o desaparecen, las personas tranquilas se alborotan y se molestan, los buenos trabajadores bajan la guardia, los malos trabajadores aprovechan para tomar cerveza, los matrimonios discuten por pequeñeces y la buena relación se afecta, los niños pasan calor en el colegio y/o en casa, las comidas no están a tiempo, la gente se vuelve sicótica. Todos los sectores de la vida nacional sin excepción son afectados por un apagón, en mayor o menor grado. Quizás uno de los sitios más privilegiados que no sufren por un apagón, sea el palacio de gobierno de Miraflores, ya que debe contar con plantas de emergencia confiables que mantienen el flujo del fluido eléctrico en permanente y perfecto funcionamiento. Esa pudiera ser una de las causas por las que el presidente pareciera ser el último en enterarse de que hubo un apagón, y sus respuestas o declaraciones para explicar el origen de los apagones o las acciones a emprender para eliminarlos resulten siempre extemporáneas. Cuando escribo esto estoy en medio de un apagón en el Morro de Lecherías, en el Estado Anzoátegui. No se si el mismo es programado, provocado, fortuito, ocasional y/o si es nacional, estatal, o limitado al sector donde vivo. El caso es que llame a vigilancia y el vigilante está más perdido que yo. Lo único que se, es que es otro siniestro apagón, y estoy acá en mi casa rezándole a Dios que no sea tan largo como el próximo anterior, el cual duró unas doce horas. Por ser tan inconvenientes para la economía y de impactos tan desagradables y negativos para las personas, es la razón por las que los gobernantes de turno deben ser muy serios y cuidadosos en eso de garantizar permanentemente el servicio eléctrico en óptimas condiciones. Este gobierno conocía de la situación de crisis en la que estaba el servicio eléctrico e hizo muy poco para prevenirlo o corregirlo, lo cual es de una negligencia sin precedentes en el País. Y peor aún, el presidente sigue manipulando y mintiéndole al País al declarar, que en tres meses será resuelto y normalizado el problema de suministro de energía eléctrica. Incluso, ha tenido el descaro y el atrevimiento de hacer proselitismo político con el problema eléctrico, al inaugurar con bombos y platillos, alguna que otra plantica eléctrica a diesel o gasolina, de capacidades exiguas de 50 megavatios, muy insuficientes para lo que realmente necesita el País, que como lo han explicado claramente los especialistas en la materia, el déficit actual es aproximadamente de unos 2.000 a 3.000 megavatios. ¿Es que acaso nos piensan abarrotar con esas planticas de emergencia? Es triste, por no decir criminal, que mientras el País ha tenido en estos últimos 10 años de gobierno chavista los mayores ingresos en toda la historia republicana de Venezuela, debido a la bonanza sin precedentes por los ingresos provenientes de las ventas al exterior del petróleo a un precio record promedio cercano a los 100 dólares el barril, que según los expertos supera los 800.000 millones de dólares de ingresos, que Venezuela tenga que vivir esta horrible pesadilla de no tener disponible la suficiente energía eléctrica para abastecer al pueblo y a las industrias. A estas alturas de esta insoportable situación, no hay excusa posible que valga de parte del gobierno, como no sea asumir su responsabilidad plena del problema, sin intentar involucrar a los gobiernos anteriores, ni al personal administrativo y profesional actual del área de la electricidad, cuando es el principal culpable de no haber planificado a tiempo, y aportado los programas y recursos para evitar caer en esta situación. Han tenido tiempo y dinero, más, no han tenido la voluntad política, ni la habilidad gerencial, ni la visión y experiencia, para darse cuenta de la gravedad de la situación. El venezolano tiene el derecho de estar desilusionado e indignado con este gobierno, por cuanto éste, se ha dedicado con mayor énfasis a resolver los problemas foráneos que los propios, gastando cifras millonarias (incalculables, por ahora) en Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Argentina, Brasil, Honduras, República Dominicana, entre otros muchos países, para resolverles problemas internos a éstos, mientras que en Venezuela existen problemas de todo tipo en materia de salud, vivienda, vialidad, transporte, educación, agua, electricidad, aseo, seguridad ciudadana, etc., etc. Como si la torta no estuviera suficientemente completa y adornada, al señor presidente Hugo Chávez, se le ocurre la tremenda idea de ponerle la guinda a la torta, al armar en exceso al País, con costoso, numeroso e innecesario material bélico, con gastos multimillonarios en dólares; y de paso para ganarse la buena voluntad y la alianza estratégica de Rusia, China, Brasil, España, Bielorrusia, Irán, en su lucha esquizofrénica lucha en contra de los gobiernos de los EE.UU. a quienes reiteradamente califica de imperialistas.
En este momento en que termino el escrito, a las 10:50 A.M., acaba de llegar la electricidad, lo cual celebro alborozado con un gracias a Dios, ya que el apagón fue solo de unas cinco (5) horas y no hubo suficiente tiempo de que se descongelaran los alimentos en la nevera. Saludos , y hasta el próximo apagón.

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