miércoles, 25 de febrero de 2009

La importancia del café


Dos leones huyeron del jardín zoológico. En la huída cada uno partió con rumbo diferente. Uno fue para la selva y el otro para el centro de la ciudad. Los buscaron por todos lados pero nadie los encontró. Después de un mes y para sorpresa de todos, volvió el león que había huido para la selva. Regresó flaco, famélico y afiebrado. Fue reconducido a la jaula. Pasaron ocho meses y nadie se acordó del león que había ido para el centro de la ciudad hasta que un día el león fue recapturado y llevado al zoo. Estaba gordo, sano, desbordante de salud. Al ponerlos juntos , el león que huyó para la selva le pregunta a su colega: -¿Cómo estuviste en la ciudad tanto tiempo, y regresas tan bien de salud? Yo fui a la selva y tuve que regresar porque casi no encontraba que comer. El otro león le explicó: -Me armé de coraje y fui a esconderme en un Ministerio Popular. Cada día me comía a un funcionario y nadie advertía su ausencia. -¿Y por qué regresaste?¿Se acabaron los funcionarios? -Nada de eso. Los funcionarios públicos nunca se acaban. Sucede que cometí un error gravísimo. Ya había comido a un director general, dos superintendentes, cinco adjuntos, tres coordinadores, diez asesores, doce jefes de sección, quince jefes de división, cincuenta secretarias, docenas de funcionarios, y nadie los dio por desaparecidos. Pero el día que me comí al que servía el café ¡Se jodió todo!

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