martes, 17 de febrero de 2009

DANIEL (Dios es mi Juez)


Por: Vinicio Guerrero Méndez - En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que esta de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. (Dn. 12:1) - Hoy amanecí muy orgulloso de haber luchado hasta donde Dios, me puso limites. Cuando el enemigo es mayor a nuestras fuerzas es porque Mi Señor ha tomado la batalla para sí. Estará en su voluntad desde hoy la justicia de nuestro país. Tomé a propósito la palabra del profeta Daniel con la convicción que Dios no abandona ni deja en manos de malhechores a quién confía en él. La historia está gobernada por Dios por eso los desenlaces se pronuncian de manera repentina. Es así como nuestro profeta estiliza la historia pasada como profecía del futuro (el tiempo del fin). Se trata de poner nuestra confianza en divinidades de hechura humana o contra la divinidad misma. Es increíble lo visto sobre todo ese desigual ventajismo del estado con que se realizo esta contienda; por mencionar solo algunas, la violación fragante a la Constitución, los recursos del estado usados con total desfachatez, la violación a las normas del CNE, ni se diga del acoso, obligatoriedad a las marchas, descuento del sueldo para cubrir propagandas, intimidación y amenazas entre otras a los empleados públicos por parte del estado; fueron armas potenciales y las más duras condiciones que este ciudadano enfermo de cuidado arrojó contra su pueblo para obtener una victoria si se quiere fraudulenta. Una vergüenza, un espectáculo degradante. Es obvio que a este señor le gusta ganar. Luego de un intento rechazado procedió a preparar una celada para reinsertar esta enmienda sin importar la violación a nuestra Constitución. Pero, ¡menos mal que ganó!, porque si hubiera perdido tendríamos que volver a las ya incalables y tediosas urnas las veces que fuera necesario hasta ver cumplidos los deseos de nuestro nuevo reycito: aplebeyarnos, volvernos a todos plebe. Esta nueva derrota para el pueblo significa al menos el fin de un gasto en elecciones innecesarias; un ahorro considerable de dinero o algo mas que ganancia para los países adonde éste dirige nuestros recursos a su entera satisfacción. Me siento bien de haber jugado limpio, con justicia por eso mi conciencia no reclama nada. Luché con todo lo que estuvo a mi alcance con valentía y sin temor. No serán los hijos de mi país los que mañana levanten su dedo acusador contra mí. Por fortuna Daniel profetiza: “se levantará el gran príncipe Miguel que está de parte de los hijos de tu pueblo” (Daniel 12:1). Lo más fascinante de esta contienda es que ha renacido en nuestros jóvenes estudiantes el Libertador Simón Bolívar. Si, viene a lavar su honor mancillado y burlado. Esta vez Daniel nos envía su mensaje profético: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados” (Daniel 12:1). El libertador ha resucitado en nuestros estudiantes quienes orgullosamente llevan su sangre y su coraje. Aunque perdieron se multiplicaron, animando esa muchedumbre incierta, venciendo resistencias, esforzando a los débiles, llenando los pechos de su osadía y entusiasmo cuya influencia creció rápidamente. Con regocijo y renovados bríos siento que hoy en estos nobles muchachos ha parido la patria de Bolívar la Sexta República. “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. (Art.19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos) . Afectuosamente, Imperfecto.

VINICIO GUERRERO MENDEZ
vinguerrero@hotmail.com

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