martes, 24 de febrero de 2009

Mentiras y más mentiras sobre Barrio Adentro


Por: Rafael Muci-Mendoza -mailto:-acostumbrarnos.rafael@muci.com - En una cuña del régimen y a la usanza cubana del procaz manejo publicitario de los niños, aparece una mocosa de raudo hablar recitando al caletre y manifestando los logros de la Misión Barrio Adentro en su quinto aniversario. En el muestrario de conquistas alcanzadas por el comunismo venezolano en materia de salud se nos pinta un prodigio de excelencia, un dechado de organización, una escrupulosa obtención de estadísticas. Veamos, sin embargo, qué sucede cuando ateniéndonos a la población del país estimada a 2008 en 27.500.000 personas, realizamos un simple ejercicio matemático, salvedad aparte de que tal vez, algunos pacientes ocurrieron más de una vez en procura de servicio. Doce millones de consultas oftalmológicas: significa que el 43.6% tuvo algún contratiempo visual; 36 millones de consultas odontológicas: cada venezolano ha asistido 1.31 veces al dentista; 294 millones de consulta de todo tipo: cada quien ha ocurrido 10.69 veces al médico; 16 millones de consultas de emergencia en los Centros de Diagnóstico Integral: el 58.19% de nosotros hemos tenido algún percance de consideración; 145 millones de exámenes de todo tipo: A cada venezolano se ha practicado en un período de 5 años, 5.28 exámenes; 15 millones de consultas de rehabilitación integral: El 54% del colectivo ha asistido a una consulta. Es triste observar como en apenas 10 años la vida del venezolano se ha tornado en un calvario de endemias, epidemias y males mayores y menores. Si estas cifras son ciertas como se refleja en la elevada demanda de servicios públicos de salud -¿por qué dudarlo si en Cuba es cierto todo lo que la revolución impone como verdad?-, revelan una sociedad profundamente enteca y afligida, asociado a una gran ineficiencia en la prestación servicios de salud, incapaz de resolver un problema con una eficiente receta. Es una mofa, es una carcajada frente a quien sufre el dolor de no tener un costal donde arrojar sus dolores. Sin oposición alguna, Chávez y sus secuaces han mentido al hartazgo a un pueblo idiotizado. La telebasura dominical es una plaga a la que desgraciadamente estamos habituados. La miseria, el hambre, la mentira y la tiranía son tragedias a las que jamás deberíamos acostumbrarnos.

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