lunes, 9 de febrero de 2009

Ivan Simonivis, al límite


Por: Bony Pertiñez Heidenreich - pertinezmp@gmail.com - Comisario Iván Simonovis al límite. Las condiciones irregulares que rodean a su caso han llevado al Comisario Simonovis al límite de su resistencia. A lo largo de estos 4 años de detención, la actuación malsana por parte de las diferentes autoridades involucradas ha sido más que evidente, convirtiendo al suyo en un icono de ensañamiento con acento politizado. El 22 de Noviembre del 2004, mientras iniciaba un viaje de negocios, funcionarios del CICPC, en conjunto con el General de la Guardia Nacional Castor Pérez Leal retuvieron a Simonovis, sin que existiera orden de detención alguna en su contra. Días después, aparece misteriosamente la boleta de aprehensión en el libro diario. Exponiendo abiertamente las intenciones de hacer de éste un proceso aún más complicado, las audiencias de este caso se llevan a cabo en la ciudad de Maracay. Traslados van y traslados vienen. A la fecha, Simonovis, Vivas y Forero han debido rodar esposados dentro de una patrulla más de 270 horas, o lo que es lo mismo 40.000 km. En los últimos 6 meses han sido más las audiencias canceladas que las realizadas. Las excusas han sido muchas, pero predominan las solicitudes de la fiscalia, desde hace 6 meses están alegando inconformidad con las actas de juicio siendo que la peticiones de revisión llega justamente cuando deben iniciarse la conclusiones y tomar finalmente la decisión pertinente al caso. Dichas conclusiones no llevarían mas de 8 días, sin embargo están paralizadas desde Agosto del pasado año, es decir que este juicio debió terminar el Septiembre del 2008. Simonovis tiene 35.000 horas detenido, su espacio de vida se redujo un calabozo de 2x2, un pasillo de metro y medio de ancho y 25 mts de largo, con aire viciado y sin entrada natural de luz lo grafican. La sede de la DISIP en la cual se encuentra detenido, jamás fue diseñada para albergar personas por tiempo prolongado y, sin embargo, día a día, aumenta el número de las personas hacinadas en este improvisado centro de reclusión. La familia. Tal vez uno de los temas más delicados. Cuando se tienen hijos menores, los momentos familiares parecen desvanecerse. No hay oportunidad de formar parte de su vida más allá de las tardes del domingo de cada semana. NO primeras comuniones, NO cumpleaños, NO navidad, NO nada. En una situación normal, sin intereses políticos que demoraran la toma de decisiones, un juicio como éste debería haber durado entre 3 y 8 meses. Es decir, le han robado más de 3 años de su vida en familia y para más colmo, parece que pretenden robarle más ya que el juicio permanece paralizado hace 6 meses, cuando a punto de finalizar el proceso la Fiscalia solicitó un avocamiento ante el TSJ, que en caso de ser admitido, podría anular todas las mas de 216 audiencias de juicio, llevándonos al inicio de un nuevo proceso judicial, empezando nuevamente, desde cero. Él ha solicitado en más de 10 oportunidades a la Juez Marjorie Calderón, así como a los escabinos y a la Fiscalia que terminen de armar su parapeto y dicten sentencia, para concluir esta tortura que ha mermado la vida de él y de su familia. El Gobierno parece no tener limite en su afán de venganza, en su afán de convertir al caso Simonovis en un ejemplo de lo que puede suceder si alguien contradice sus órdenes o intereses. Extienden esta pena anticipada una vez tras otra, agregándole cada vez más ingredientes de un típica receta maquiavélica. Es por ello que la sistemática violación de sus derechos humanos ha sido denunciada a instancias internacionales. “Porque si en Venezuela no hay justicia, la buscaremos dónde sí la haya”.

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