domingo, 8 de febrero de 2009

Bolivar plagiado


Por: José Ramón Regnault H. - Pensando en la rúbrica de Simón Bolívar estampada en una publicidad a favor de la Enmienda Constitucional, por cierto, colocada en cada poste de Carúpano como en todo el país, lo menos que se puede deducir es que éste- nuestro más adorado y difamado paisano; el mas exaltado de nuestros próceres; el mismo que al lado de María Lionza conforma un verdadero y arraigado sincretismo- el Bolívar nuestro, de todos, apoya ciegamente, a la uzansa de estos tiempos de revolución, esta propuesta hecha por una Asamblea Nacional obediente y no deliberante. Curiosamente, parece que a la Venezuela de hoy, la abusiva utilización dada a todo aquello que forma parte del acervo de la Nación, no le produce la menor irritación en la piel. El desesperado objetivo de enmendar la Constitución Nacional, por mucha voltereta semántica que le den para ocultarlo, tiene la única intención de permitir la "reelección indefinida" del Presidente de la República, apelando para ello a la osada utilización del aparato estatal para promoverla - es el Metro de Caracas; las Gandolas de Pdvsa; las paredes de instituciones públicas; VTV; Miraflores, Alba Caracas y una larga cuenta de abusos y atropellos, ignorados cinicamente por la autoridad electoral- ahora, para colmar los males, profanan sin empacho alguno la firma del Libertador; plagio inaceptable, mas que por la connotación histórica del personaje, sencillamente, por tratarse de un fallecido, para los cuales nuestra cultura nos enseña la obligación moral de respetar. Decimos plagio y pudieramos decir también estafa, pués de eso se trata, estafar el verdadero pensamiento de Bolívar en torno a este polémico tema y colocar su caligrafía avalando un burdo, "SI VA". Que dijo Bolívar, ciertamente, en su Discurso ante el Congreso Constituyente de Bolivia, el 25 de Mayo de 1826, plantea, "El Presidente de la República viene a ser en nuestra Constitución, como el sol que, firme en su centro, da vida al universo" y mas adelante señala, " Esta suprema autoridad debe ser perpetua". Sin embargo a éste inciso, una copiosa documentación echa por tierra el interés de la Presidencia vitalicia de Bolivia, a la cual, debe recordarse, renunció Sucre. Por lo suficientemente divulgado que ha sido lo que a éste respecto pensaba en Angostura, resulta mucho mas conveniente recordar lo que opinaba en los días finales de su existencia, porque estamos convencidos que en la madurez de su atormentada vida, hablaba con la ponderación dada por la experiencia. Se trata de su Mensaje al Congreso Constituyente de la República de Colombia, fechado el 20 de Enero de 1830, leáse 1830, el año en que muere, entre otras cosas señaló, " Libradme, os ruego, del baldón que me espera si continúo ocupando un destino, que nunca podrá alejar de si el vituperio de la ambición", y luego suelta una frase lapidaria, " Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, este Estado no debería existir". Sobran las palabras. Dejemos a Bolívar descansar en paz.

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