martes, 16 de septiembre de 2008

Los niños de Vargas














Por: Coronel (FAV) Sammy Landaeta Millán - 


Siempre que a las labores de Protección, Defensa Civil y Búsqueda y Salvamento, se le asigna un tutelaje militar, ocurren situaciones inconvenientes. Somos testigos de excepción cuando los Grupos Voluntarios, pertenecientes a la Federación Venezolana de Búsqueda y Rescate (FEVESAR) se retiraron del Área de Operaciones, en la Tragedia de El Limón, Estado Aragua, ocurrida el 6 de Septiembre de 1987. El Operativo del Desastre, se militarizó y se vulneraron los protocolos para el rescate y traslado de victimas. Basado en ese marco referencial; abordamos el tema sobre: Marisabel y los niños de Vargas. La Tragedia de El Limón, nos brindó la oportunidad de laborar en socorro, de nuestros semejantes, actuando como Piloto de Helicópteros de la Fuerza Aérea Venezolana. Pero también nos legó la experiencia amarga del rescate, de personas heridas y muertas. En torno a los desaparecidos, se denunció con insistencia, la posibilidad que existiesen: “niños extraviados.” Se argumentó que esto obedeció presuntamente, a la orden de un MILITAR que instruyó a sus subalternos, a separar a las MADRES de sus HIJOS, contraviniendo todos los procedimientos de Administración de Desastres, en el ámbito Nacional e Internacional. El 16 de Diciembre de 1999, el Desastre Natural conocido como La Tragedia de Vargas, convocó nuevamente a los tripulantes de Alas Rotatorias, para participar en labores de rescate y salvamento. Al llegar al sitio, protestamos contra la medida, de colocarnos una inyección antitetánica, sin razón y sin sentido. Luego acudimos al Director de Defensa Civil y argumentamos, que los errores cometidos en El Limón; no fueron solventados en Vargas. El Control en la Escena, era monitoreado por el estamento MILITAR y solo quedaron lamentos. A bordo de un Helicóptero Súper Puma, trasladamos a la Mayor (AV) María Eugenia Sader Castellanos, hoy Coronela Comandante del Batallón 51, que alberga a los galenos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba. Nuestra misión; fue rescatar a los Ancianos, recluidos en el Nosocomio de Anaro. Los trasladamos en un solo vuelo y todavía recordamos, sus semblanzas y sus risas. Al bajarse, saludaban agitando una mano, mientras con la otra aguantaban el pañal desechable. Quizás celebraban su experiencia aeronáutica, pero ante la realidad del Desastre; estaban mentalmente ausentes. Por eso no se percataron que la Salud Pública y el control social, se ejecutaba bajo potestad; de efectivos militares. Rescatamos personas de todas las edades y rechazamos la inobservancia gubernamental, ante las DENUNCIAS de “Niños Desaparecidos.” Durante casi 9 años, se le ha asignado una “código inconveniente,” al tema en cuestión y no se conoce oficialmente una investigación seria. En pro de mitigar el sufrimiento de los afectados albergamos 565 personas damnificadas, en la Base Aérea Luis del Valle García Barcelona, Estado Anzoátegui y como Comandante de esa Unidad Superior, recibimos diversas personas, en la búsqueda de Niños y Adolescentes, que aseguraban que NO MURIERON EN LA TRAGEDIA. Cuando solicitamos nuestro pase al retiro, en Julio del año 2000, los parientes de LOS NIÑOS DE VARGAS, habían comenzado un calvario de ir y venir de refugio en refugio y algunos aseguraban haber visto a sus familiares, en los reportajes de televisión. Ya era del dominio público, que el control de los pequeños, se le quitó a la Directora del Instituto Nacional del Menor (INAM) y se le otorgó a la Primera Dama de la República. Por ORDENES EXPRESAS fueron conducidos, a la Residencia Presidencial La Casona. De ahí en adelante; no se sabe nada: ¿Le asignaron familias sustitutas? ¿Los trasladaron al exterior? ¿Qué Organismo del Estado se encargó del caso? ¿Quién o quienes dieron la Órdenes? Pero en el Libro “El Diablo paga con traición a quien le sirve con lealtad,” –Pineda Castellanos- expresa su testimonio como funcionario de la DISIP: “Un día me llamó Urdaneta, lo que se convirtió en mi segunda vez que tuve que ver con MARISABEL en el Gobierno. Ella lo había llamado denunciando que yo la estaba investigando, lo que era una media verdad y me explico. Antes del viajar a Europa, Chávez me llamó y me dijo que investigara a MARISABEL, pero fue tan ambiguo, que no le paré, me dio la impresión de que lo que querías era echarle un susto y yo no me iba a prestar para esa vaina.” En ese Cuerpo de Seguridad, el precitado condujo una investigación y la refiere así: “La tercera vez que tuve que ver con ella y que sí investigue fue por LA DESAPARICIÓN DE NIÑOS que habían llegado a LA CASONA desde LA TRAGEDIA DE VARGAS, que ‘presuntamente’ fueron entregados ‘en custodia’ a familias pudientes, sin la tramitación legal correspondiente y sin verificar más allá de la duda razonable si sus padres o sus hermanos estaban vivos”. Seguidamente argumenta: “La verdad es que en nombre de mis dos hijos y de lo que los amo, hubiera querido llegar hasta el final, entregarlos en las manos de sus madres, pero me toco irme de la DISIP y el caso quedó en manos de Otaiza. Por supuesto que le ‘echaron tierra.’ ” “Este caso también se llevo en los cachos a ‘la preferida’ de Chávez. Nancy Pérez Sierra, quien resultó DESTITUIDA de la presidencia del INAM. Finalmente acota: “ Por cierto, es verdad que Hugo hizo sufrir a MARISABEL, pero también la ha recompensado muy bien; por lo menos podrá tener una vida de lujos por el tiempo que le quede de vida”. En cualquier parte de Mundo, Marisabel Rodríguez Oropeza, estaría en la CARCEL y no aspirando a ser electa ALCALDESA. Sus manos -presuntamente, manchadas de sangre y sufrimiento de inocentes niños- la inhabilita. Eso pasa en Venezuela, porque no hay Estado de Derecho y los Tribunales se mantienen SECUESTRADOS por el bandidaje revolucionario. Pero también ciertos POLITICOS, se hacen de la vista gorda -bailan la danza de la lluvia electoral- y prevalece que el enemigo, de mi enemigo, es mi amigo. Se suman a la complicidad del régimen -que atropella y desestima las pocas denuncias- pero en los familiares de la victimas y en el PUEBLO, el sentimiento se mantiene vivo. Por eso, elevamos una plegaria a Dios y la Virgen de Coromoto, por las víctimas de la Tragedia de Vargas y la pronta resolución del caso de los “niños desaparecidos.” A la vez exigimos JUSTICIA, ante los Organismos de Derechos Humanos en el ámbito Internacional y esperamos la CONDENA de los responsables; cualquiera que sea su grado, clase o empleo. Quizás Marisabel Rodríguez de Chávez – como está inscrita en el CNE- como candidata a la Alcaldía de Barquisimeto, Estado Lara -apoyada por partidos disidentes y opositores al desgobierno- piense, que el ostentar un cargo de elección popular –a futuro- la podría EXIMIR de sus responsabilidades, ante los Tribunales. El tiempo le dirá a MARISABEL que su condición de mujer, madre o esposa, tampoco la excusarán para no enfrentar SUS DELITOS ante la JUSTICIA, -en un autentica República.- Su conciencia –si la tiene- le servirá para identificar a sus “cómplices” y responder: ¿Qué papel jugaron, Hugo Chávez Frías y los Altos Mandos Militares, en la “Desaparición” de LOS NIÑOS DE VARGAS?

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