Por: Ramiro Andrade Terán - Poco a poco, Venezuela se convierte en un país donde los derechos humanos se degradan con rapidez por obra y gracia de su presidente, Hugo Chávez. Que cumplirá en pocos meses diez años en el poder y aspira a perpetuarse. Como van las cosas, en corto tiempo las instituciones democráticas en nuestro vecino habrán desaparecido o estarán paralizadas. Es un proceso inevitable por la política de Chávez y su sanedrín y la escasa reacción ciudadana. Los venezolanos -a través de la corta historia de su democracia- aceptaron con resignación colectiva el imperio de las dictaduras. Que se cayeron más por su corrupción y total ineficacia que por movimientos civiles con capacidad para tumbarlas. Hoy pasa lo mismo. El futuro de la democracia en una nación con nexos entrañables con Colombia es sombrío. Chávez ha montado un poderoso aparato político y militar que no oculta su antipatía por Colombia y se mantiene bien aceitado por el chorro de petrodólares que el Presidente maneja en beneficio de una camarilla. Y del río de petróleo que facilita en el exterior -al lado de jugosos préstamos- a las naciones que hacen parte del bloque que le camina a su ‘Socialismo del Siglo XXI’. Un sancocho ideológico que se inventó y que intenta extender a la sombra del libertador Simón Bolívar. De quien afirma ser intérprete y continuador de su luminosa historia. ¡Pobre libertador!: cuántos dictadores en América Latina intentan emular su épica grandeza. La pretensión del venezolano ha provocado turbulencias internas y repudio en la comunidad internacional. El comienzo del Siglo XXI no es época para revivir dictaduras al estilo de la que pretende aclimatar. A Colombia le importa mucho lo que viene ocurriendo en el vecino país con su mandatario imprevisible. Organismos internacionales, periodistas notables, fuentes tan serias como Human Rights Watch, coinciden en afirmar que “la protección de los derechos humanos ha retrocedido en Venezuela y se han degradado la democracia y sus instituciones”. Al paso que se habla del desprecio de Chávez por los derechos fundamentales de sus compatriotas. El país hermano va en camino de la consolidación de la dictadura chavista que está bien financiada y aspira a extenderse. ¿Qué relación existe con la guerrilla Colombiana ? ¿Se trata sólo de adelantar acciones humanitarias, como la libertad de secuestrados? Chávez compra a Rusia aviones, tanques y armas de última generación. Si esa situación se mantiene al lado del propósito imperial del Presidente vecino, una crisis regional de grandes proporciones parece inevitable.
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