Por: Francísco Alarcón - falar@cantv.net - 29 de septiembre de 2007 - Posiblemente sean muy pocos los venezolanos que hayan leído la reforma “constitucional” con sus 33 modificaciones. No es una reforma, es una nueva Carta Magna antidemocrática y anticonstitucional. Empero la gente olfatea que los cambios serán definitivos para la vida del país y para la propia existencia. Cuando se pretende vulnerar la propiedad privada y dirigir la educación de nuestros hijos hacia la esclavitud; sólo les restará posesionarse de nuestras de mujeres. Algunos venezolanos hasta ahora fueron benévolos con este régimen, pensando que las intenciones de su “jefe supremo” estaban encaminadas a mejorar la calidad de vida de sus compatriotas y que, nada pasaría con el resto de la población sin compatibilidad roja. Esto nunca fue así, aparecieron las listas excluyentes al rancio estilo fascistas y jamás fueron desterradas como dijera Chávez, contrariamente hoy vigentes y perfeccionadas. La vida está en vilo con la inseguridad redundante, y ahora entramos en la “reforma” cuyo fin es confiscar la privacidad y colocarnos un presidente eterno. El venezolano será elemento de un plan desquiciado sin principio ni final; estando a la disposición de un sólo hombre que, manipula y parlotea de diversas formas en sus cadenas televisivas, aparentando ser un grandísimo “patriota”, sin concepción ideológica y caprichosamente lanzado a emular a Fidel Castro. La “reforma” debe estar al cabo de la calle, para que el ciudadano esté en cuenta de sus alcances y opte cómo asumirla. Si una vez leída está de acuerdo, bueno, ni el propio Señor que bajara los convencería de cambiar ese no. Lo que pretende Chávez es meternos su comunismo sin derecho a discusiones, sin darle oportunidad a la gente de enterarse de su alcance dictatorial. Por ello, exhortamos a los venezolanos a “darse cuenta” de lo que ocurriría en este país si se aprueba la nueva “Carta Magna”. Pudiendo existir otra percepción, la gente no le interesa nada de lo planteado en ella, sino esperaría sus resultados y haría lo que idearon en la colonia los blancos criollos y los pardos, no reconociendo los mandatos del rey ni sus leyes, cuando prorrumpían con el dicho “la ley se acata pero no se cumple”. Este dicho y hecho fue común en las colonias españolas del Nuevo Continente, siendo posteriormente lo que abrió caminos a sus emancipaciones del tutelaje de la Corona. Tristemente todavía la gente es reacia a creer que en Venezuela se instaurará un comunismo, cuando ya lo estamos viviendo y lo único que falta seria su declaratoria universal con la pretendida “reforma”. “Sí se acata pero no se cumple”, sería una especie de puesta en práctica del artículo 350 hoy vigente en la Constitución y que se eliminaría con la “reforma”, tomando el pueblo venezolano una resistencia sin “absolución”. Chávez, contrario a lo que dijera Maisto primer embajador norteamericano en nuestro país durante su “revolución”, quien creyó que anunciaba sus medidas pero no las cumplía, cuestión que resultó errado. Siempre avisando con antelación cuales serán sus pasos a dar, metiéndonos su comunismo en nuestras casas como le ha venido en ganas. Bastaría con evocar el caso de RCTV, lo notificó en diciembre y así lo consumó en marzo. Los “poderes” están prestos a recibir sus órdenes, sin extrañarnos que su “reforma” sea aprobada “libremente”. La pregunta está en cuál actitud tomará el pueblo ante ella. Si continuará aceptando los vejámenes y la ruina o se arrogará su defensa. Es asunto de obligación resguardar nuestras pertenencias, atañe a la legitima defensa, cuando atenta contra nuestra vida y bienes un malhechor. Esperamos también sea de legítima defensa, el talante que tomen los venezolanos en caso de consumarse otro ataque oficialista contra este pueblo. Muy cerca de lo propuesto para cambiar la “Constitución” estamos en la obligación de leer sus “cambios” y conocer sus verdaderos objetivos. Como lo es la desaparición de la propiedad privada y la ideologización de la educación. ¿Se acatará y se cumplirá?
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