Por: Danilo Arbilla - Italia, España, Francia no cejan y arremeten contra los trabajadores extranjeros y endurecen las normas contra la inmigración. En Italia se llega a a extremos tales que organizaciones de defensa de los inmigrantes y la izquierda consideran que las medidas constituyen “una vuelta a la lógica de las leyes raciales de la época de Mussolini”. Y no es que exageren mucho; las nuevas normas impulsadas por Silvio Berlusconi y su aliados de la extrema derecha (Liga del Norte) prevén las “asociaciones de ciudadanos" encargadas de alertar o señalar sobre alteraciones del orden publico en defensa de la seguridad interior. De señalar o alertar a reprimir y agredir hay solo un paso y hay motivos para temer la vuelta de las fuerzas de choque fascistas del Duce. Il Cavaliere, entre devaneos amorosos y cortocircuitos conyugales, no se olvida de perseguir a extranjeros. Los inmigrantes se defienden y acusan a “ los Berlusconi, los Sarkozy y los Zapateros” de querer "hacerle creer a las sociedades europeas que los responsables de la crisis económica mundial somos los inmigrantes". Y tampoco exageran. Para Europa la culpa de la crisis la tiene el otro. Los EEUU, los inmigrantes, del este o del oeste, los gitanoso quien sea. Como tienen miedo no se animan a acusar mucho a los musulmanes. Eso sí, nada de mirar para adentro y preguntarse cuánto de lo que hoy ocurre es consecuencia de “los bienestares“ y “prosperidades“ conseguidas a caballo de una política de subsidios que ahora viene a cobrarles la cuenta. El presidente francés, a quien también, como Berlusconi, le gusta hacer declaraciones llamativas y dedicar buena parte de su gestión a temas amorosos y conyugales para hacerse notar, se para en puntas de pies y encara temas “solidarios y humanistas“, pero simultáneamente impulsa desde la Unión Europea mayores restricciones para inmigrantes y trabajadores y residentes extranjeros en Europa. En España la izquierda no reclama como en Italia, porque ocurre que es el izquierdista Rodríguez Zapatero quien hace mas severa las leyes contra los inmigrantes, en línea parecida a la del derechista Berlusconi. Los socialistas españoles tratan de disimularlo un poco, pero es lo mismo: fijan limites de edad, de residencia, de estancia legal en el país, de antigüedad como cotizantes, pero todo claramente dirigido a, como dicen las propias organizaciones “poner contra las cuerdas a los inmigrantes que actualmente viven enEspaña”. También Zapatero como Berlusconi hace mas duro el régimen dedetención en los centros de internamiento de inmigrantes, pero igual posa de progresista y defensor de los derechos humanos y está siempre listos a condenar los “muros“ y los campos de internación cuando son en los Estados Unidos o en Israel. Para los inmigrantes no hay diferencias, ellos quieren “puentes y no muros“ y no tienen dudas en afirmar que los centros de detención de inmigrantes , de los cuales hay 9 en España y unos cuantos en Italia, “en realidad son verdaderos Guantánamos“. Nada lo justifica, pero los detalles importan: en Guantánamo fueron confinados sospechosos de cometer actos terroristas y matar gente inocente. Los que van a los “guantánamos“ españoles e italianos, en gran parte nietos y biznietos de italianos y españoles, no pueden ser acusados de nada, salvo de querer trabajar. Además no tienen ni el chánce de discutir y defender ante un tribunal imparcial sus derechos, tan legítimos, humanos y sociales como de los europeos.
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