Magda Mascioli G. - Confieso que soy una mala Católica en el sentido que no voy a Misa todos los Domingos porque el Cura que está en mi Parroquia no es santo de mi devoción; es retrechero, mal hablado y odioso, y además sangre de chinche jajajaja. Pero bueno. El asunto es que ayer sentí la necesidad de ir a visitar a Dios, más allá de las "conversas" que tengo a diario con Él (que son bastantes). Estábamos en el sermón del Padre mencionado quien, por cierto, dio un muy buen Sermón. No se si es que el hombre ha mejorado o es que yo, recordando a mi amigo que me dijo que uno no debe depositar su fe en una persona, he puesto de mi parte. Dio una interesante explicación acerca de lo sucedido con los Curas que agarraron sus macundales y se vinieron de otras partes del país a poner la cómica en Puerto Cabello convirtiendo en acto polítiquero, un Acto de Fé como lo es la Bendición del mar. Cuando llegó el momento de ir a comulgar, una señora de mediana edad que estaba a mi lado, se volteó y me hizo esta pregunta: ¿No puedo comulgar, verdad? Un poco "fuera de foco" ante esa pregunta, le dije: No se. ¿Por qué cree Ud. que no puede comulgar? Bueno, es que yo a este hombre (Chavez) no lo soporto. Cada vez que lo mencionan es que siento que se me revuelve todo. Estando así, no puedo comulgar ¿verdad? No se qué respuesta esperaba de mi parte, pero le dije: Bueno, no se. Sería cuestión que Ud. se preguntara si vale la pena que alguien, sea Chavez o no, le impida a Ud. comulgar. Porque mientras Ud. está aquí ante esa pregunta que evidentemente la afecta, Chavez está gozando un puyero en La Patagonia. En ese momento, la Sra. comenzó a llorar asintiendo con su cabeza como diciendo, mi cabeza lo entiende pero mi corazón no. La dejé tranquila porque me dí cuenta que no necesitaba a nadie ni nada más allá de su comunión con Dios, aunque no comulgara. Así estamos.
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