viernes, 29 de mayo de 2009

Coctel letal


El colapso del sistema de salud, en cualquier lugar del mundo y para cualquier persona, es un drama. La razón es simple: En la vida diaria, el deterioro de la prestación de servicios de salud se traduce en enfermedad y muerte. Por ello, es incomprensible que el sistema de salud de Venezuela haya involucionado de la forma como lo ha hecho en la última década, más aún cuando por mandato constitucional desde 1999 "la salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida". La explicación de este fracaso en materia de salud en Venezuela, a pesar de los ingentes ingresos petroleros de los últimos años, radica en la politización y en el populismo que se ha hecho del tema. Erróneamente el Gobierno apostó sus mayores esfuerzos en materia de salud a Barrio Adentro y a sus médicos cubanos, excluyendo a los bien preparados médicos venezolanos y evadiendo el diseño de una política integral que atacara los problemas estructurales que se venían arrastrando por décadas. Este error fue potenciado con otra peor decisión: Echar al abandono y dejar inserta en la desidia a toda la red hospitalaria y ambulatoria existente hasta ese entonces. Lamentablemente, quien está pagando los platos rotos de estas políticas "socialistas" erradas del Gobierno de Chávez es la población venezolana, en especial la de menores recursos económicos. Los ciudadanos se quedaron sin chivo y sin mecate. Por un lado, Barrio Adentro en vez de ser un programa social asistencial se ha reducido a ser un mero instrumento de penetración ideológica del Gobierno para uso de proselitismo político. A cinco años de creado, Barrio Adentro es una sombra de lo que se pensó que iba a ser, con su personal de salud en merma, con un importante número de módulos de asistencia en abandono, con problemas de mala ubicación, poco espacio y deficiencias físicas, falta de insumos, insalubridad e inseguridad.Y por otro, la ya precaria red hospitalaria que existía para 2003 está ahora más cerca del colapso total. A los problemas críticos existentes para 2001, como "falta de medicamentos, material médico quirúrgico y equipos", ahora se le agregan otros más críticos: "la falta de personal médico y de enfermería, deficiencias de infraestructura, insalubridad, fallas de mantenimiento y contaminación quirúrgica, cierres de servicios y traslado de pacientes". Además, sin una política de salud integral y preventiva, los ciudadanos están indefensos ante la reaparición de enfermedades infectocontagiosas erradicadas en el país en el siglo pasado, tales como tuberculosis, paludismo, Mal de Chagas, así como parotiditis, lechina, sarampión y dengue. Para empeorar la situación, en lo que va de 2009 se potenciaron otros problemas más neurálgicos, entre ellos, el problema de la inseguridad que se ha enseñoreado no sólo de los ambulatorios ubicados en las barriadas, sino también de los hospitales públicos, e incluso de los centros de salud privados. Tal es la magnitud del problema, que este miércoles, la Federación Médica de Venezuela y decenas de sus agremiados manifestaron frente a la Defensoría del Pueblo, cansados dela violencia en los hospitales que ha mantiene en jaque a médicos, usuarios y personal de salud en todo el país. La mezcla que une el colapso del sistema de salud con el problema delincuencial es un coctel con una carga explosiva letal masiva. Sus efectos alcanzan a todo ciudadano sin distingo de raza, credo, sexo, edad, posición social o económica, y que no respeta carnet ni inclinación política por muy rojas que éstas sean. Disponible en inglés en: www.veneconomy. com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su Comentario