martes, 10 de febrero de 2009

¿Por qué no?


Por: Raúl Fattorello - Hace unos días alguien, apuntando al bien visible NO en las ventanas de mi vehiculo, me pregunto por qué yo me inclinaba por el NO en vez del si. Le respondí que las razones eran básicamente dos: Por ser mi sagrado derecho una, y por debido respeto a mi mismo la otra. Mi interlocutor no parecía satisfecho con la respuesta así que tuve que ampliarla: Votare NO por respeto a mis dos abuelos que combatieron en dos guerras mundiales una en defensa de su país y la siguiente causada por la locura de un desalmado con delirios de grandeza; por mi padre que combatió en la segunda, fue prisionero de guerra en el Mar Rojo, y al regreso tuvo que emigrar recién casado en busca de trabajo pues su país había sido destruido a tal punto que la única expectativa inmediata era el hambre y ya lleva veintitrés años enterrado bajo este suelo citojense que me vio crecer, por mis hermanos que, al igual que yo, nacieron hijos de emigrantes, por mis hijos que también son hijos de emigrante y nietos de emigrantes, y por mis nietos que son bisnietos de emigrantes y que verán y harán cosas que solo se pueden ver y hacer siendo libres. Votare NO porque van 57 años y cuatro generaciones de mi apellido en esta tierra que quiero mantener libre. Votare NO porque no quiero que a mis nietos se les de entrenamiento pre-militar y educación ideológica. Votare NO porque no quiero que se nos trate a los veintiséis millones de habitantes, como si solo uno sirviera para dirigir y los demás solo para obedecer. Votare NO porque quiero vivir en un país progresista que se organiza, produce y genera bienestar, que crea inteligencia en su niñez, que trata de elevar su nivel de vida a la par de las mas exitosas democracias del mundo, un país que iguale los ciudadanos frente a la ley, que cree oportunidades, que trate de nivelar no empobreciendo a los ricos, sino capacitando y enriqueciendo a todos los ciudadanos. Votare NO porque quiero que este país llegue a darle a cada ciudadano las herramientas necesarias para construirse a si mismo mental y espiritualmente. Votare NO porque quiero que Venezuela logre sustituir el sistema presidencialista por uno parlamentario con gran componente tecnológico que finalmente nos de en lo político/administrat ivo la cientificidad que los tiempos modernos reclaman. Votare NO para dejar abierta la posibilidad que un día cada ciudadano tenga acceso a las cuentas publicas y se transforme en potencial fiscal gratutito e indiscutido del erario publico. Votare NO para tener la esperanza de llegar un día a ser miembro de una sociedad lo más cercana posible a la condición de total interdependencia entre personas independientes.

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