Un representante del gobierno bolivariano de Venezuela visita oficialmente una finca y habla con su dueño, un señor ya entrado en años. Le dice al dueño que desea inspeccionar sus recursos acuíferos. El anciano le dice que perfectamente, pero que por favor no pasase por el terreno cercado. El representante, demostrando su autoridad como digno chavista guapo y apoyado, le dice 'sabes una vaina, viejo: yo tengo la máxima autoridad de gobierno que cabalmente represento, y este 'CARNÉ' que tu ves aquí me califica para ir DONDE ME DE LA GANA, meterme en cualquier hacienda que ME DE LA GANA, sea ésta de quien sea, SIN PREGUNTAS, y tampoco debo dar respuestas. ¿ME HA ENTENDIDO o es que no me he sabido explicar?'
El viejo simplemente se encogió de hombros y siguió con sus quehaceres. Pasado un rato, el ganadero escucha unos gritos y logra ver al empleado de gobierno del gobierno corriendo por su vida, seguido muy de cerca por un toro semental. El toro va ganándole terreno y el tipo, visiblemente aterrado pide ayuda a todo pulmón. El ganadero de inmediato deja todo lo que estaba haciendo y corre hasta la cerca, gritándole a su vez: 'EL CARNET... EL CARNET... ENSÉÑELE EL CARNET...
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