miércoles, 13 de agosto de 2008

Giselle en el Teresa Carreño

Por: Juan Antonio González - CRÓNICA Intervención del Ministro de Cultura caldeó los ánimos La Giselle del Teresa Carreño tuvo un inesperado prólogo - El estreno del legendario ballet, el sábado pasado, estuvo precedido por el contrapunteo entre el funcionario público y parte del público-. Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño. Aforo lleno. 6:25 pm. Algunos aplausos dispersos hacían evidente el retraso en el inicio de la función de estreno del ballet Giselle, según la coreografía de la legendaria artista cubana Alicia Alonso, quien desde hacía minutos ocupaba ya una butaca del patio, luego de haber sido ovacionada.Antes de que el telón se abriera, el presidente de la Fundación Teatro Teresa Carreño, José Luis Pacheco, dio la bienvenida a Alonso y al público, y anunció que el ministro de Cultura, Héctor Soto, recién llegado de Bolivia, tomaría la palabra. Éste excusó al presidente Chávez por no asistir al estreno debido a sus ocupaciones internacionales, pero se hizo vocero de un mensaje de su parte para Pacheco: "El de pleno apoyo a su gestión". Habló de cómo ahora el TTC "está abierto al pueblo, a pesar de que una seudo-intelectual dijo que habría que desinfectarlo con cloro". Murmullos en la platea. Soto recordó que su despacho tiene apenas 3 años de vida. "Al principio sabíamos que la definición de cultura sería la que determinaría las políticas culturales. Pero como nos encontramos con 500 definiciones, asumimos la que sugirió el presidente: `Cultura es todo lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos'. No son las bellas artes. Ni Caracas. Antes la cultura era como un triángulo, estaba en manos de una familia, un diario y el Ateneo". Aparecieron los abucheos. Y ante éstos, el veterinario agregó: "Nosotros nos encontramos conque un museo había comprado 700 obras de un solo artista". "¡El ballet", "¡Queremos el ballet!", se oyó desde las butacas. "Ya estoy terminando, no se desesperen". Aplausos y pitas se confundieron: "¡Giselle!, ¡Giselle!"; "¡fuera los escuálidos!". A estas alturas del espectáculo, el ministro preguntó: "¿Es que aquí no hay nadie que me quiera escuchar?". La respuesta: "¡No!". El funcionario insistió: "Nadie puede impedir que se hagan anuncios del gobierno en una institución del gobierno. Y al que no le guste, que se retire"."¡Giselle!", "¡Giselle!", "¡Esto es ballet, no es política!". Antes de retirarse, Soto enumeró lo que pudo: "Creamos la Compañía Nacional de Música, la de Danza, la Universidad de las Artes y se acaba de firmar un decreto para la creación del Sistema Nacional de Formación para las Artes, ¡en el que estarán incluidos los hijos del señor que está gritando!", concluyó. A las 6:52 pm, comenzó Giselle. La perfección técnica, la belleza del ballet y la emoción del drama inundaron la sala. El arte volvió a triunfar.

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