domingo, 17 de agosto de 2008

La condena de nacer mujer

ABC.es - China, el país más poblado de la Tierra, impuso en los años setenta, con la finalidad de frenar el crecimiento demográfico y favorecer así el desarrollo económico, una nueva política de planificación familiar basada en el control de la natalidad. Una política que exige a cada pareja tener tan solo un hijo y, preferiblemente, varón, que sitúa a la mujer en el último escalafón de la sociedad del gigante asiático. Una política de control de la natalidad que ha convertido a China en una sociedad selectiva en la que nacer mujer está mal visto. Todo el mundo quiere tener un hijo varón y, en caso de no conseguirlo, no dudan en sacrificar a la niña o abandonarla a su suerte en uno de los miles de oscuros orfanatos del Estado cerrados a las miradas de la comunidad internacional.

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