miércoles, 13 de agosto de 2008

Cuando Chávez pierda el subsidio de $ 40 millardos su tiempo se medirá con un reloj.


Por: Michael Rowan - T. Boone Pickens - michaelrowan22@ gmail.com - Este hombre contrarrestará a Chávez. Pickens hizo fortuna en el negocio petrolero. Invertirá 10 millardos de dólares para promover el uso del gas natural como combustible para autos, lo que tornará inútil el petróleo importado. Pickens cree que las tecnologías eólica y solar pueden producir la electricidad que necesita EEUU. Planea gastar 58 millones de dólares en anuncios para promocionar su estrategia. "Pickens tiene razón", dice el candidato demócrata Barack Obama. Si es elegido, Obama promete eliminar la dependencia de EEUU del petróleo del Medio Oriente y Venezuela. El candidato republicano, John McCain, se muestra positivo ante el plan de Pickens.
Por eso la estrategia de Chávez se ha frustrado. Recortó el suministro de crudo e impulsó los precios mediante la táctica del miedo. Venezuela produce 3 millones de barriles diarios menos de lo que debería estar produciendo si Chávez no hubiera llegado al poder. La OPEP ha seguido la estrategia de Chávez de reducir el suministro y dejar que el precio se dispare. Irán ha cooperado con Venezuela para espolear la prima adicional que se paga por el petróleo a causa del riesgo político mediante continuas amenazas de guerra, ataques terroristas y proliferación nuclear. Esto funcionó. El barril costaba ocho dólares en 1999 y subió a 150 en 2008. Por el alto precio del crudo, cada año se transfieren 700 millardos de dólares de EEUU a las naciones de la OPEP -incluidos 40 millardos para Chávez. Pero su estrategia fue contraproducente. El escandaloso costo del crudo impulsó el plan de Pickens. En Washington se hace evidente que la Venezuela de Chávez se unió a Irán para patrocinar altos precios del petróleo y el terrorismo, a fin de causar una recesión en EEUU y así impulsar la hegemonía de estos países en sus regiones. Irán fue sancionado por su comportamiento belicista, y es probable que Venezuela reciba sanciones de Obama o McCain, si Bush no se atreve. Cuando Chávez pierda su subsidio de 40 millardos de dólares de EEUU y no pueda pagar su nómina en Venezuela, mucho menos los millardos que malgasta en países ajenos, su tiempo en Miraflores se podrá medir con un reloj y no un calendario. Chávez metió la pata. El petróleo hubiera durado algunas décadas más si hubiera buscado con menos fanatismo la destrucción de EEUU. Ahora la estrategia de T. Boone Pickens deshará su obra.

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