domingo, 17 de agosto de 2008

Dictadura a todo dar

Pedro Llorens- pllorens@el-nacional - El Nacional - El de ahora es el mismo boludo que le hacía carantoñas a los carapintadas argentinos Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldin (fascistas de ultraderecha, si acaso es posible); el mismo entontecido discípulo de Norberto Ceresole, antisemita y neofascista autor de la doctrina Caudillo-Ejército- Pueblo; y el mismo repipi que veneraba al mussoliniano Juan Domingo Perón (a éste lo recuerdo cuando declaraba a la prensa venezolana impecablemente vestido de blanco mientras agarraba con las dos manos las correas de media docena de mastines, con la serenidad de un auriga romano). La misma devoción que tuvo por lo más folclórico del totalitarismo argentino la tuvo por los autócratas peruanos Juan Velasco Alvarado y Alberto Fujimori (cada uno en su estilo), el venezolano Marcos Pérez Jiménez (no faltaba más) y el cubano Fidel Castro, a quien se entregó en cuerpo y alma tras constatar que su "revolución", aunque fracasada y declarada inservible por lo rusos, era el único modelo político en el continente con mandato vitalicio (medio siglo). El poder absoluto bien vale un Patria, Socialismo o Muerte. Todo comenzó con un proceso constituyente que se inventó un carácter originario (mientras estaban en funcionamiento todos los poderes) para dar legalidad a lo ilegal, a lo absurdo y a lo abyecto, lo que se ha convertido en la esencia de una revolución de mentiras viejas, de héroes sin hazañas y de ideas traicionadas a lo largo de toda una década. Las inhabilitaciones y las 26 leyes anticonstitucionale s pudieran formar parte de una provocación para calentar el ambiente político y obligar a suspender las elecciones (leyenda negra) o ser parte de una estrategia concebida para meter de contrabando sus alijos mientras la oposición se dedica a contar los pollos que nacerán en noviembre, lo único importante, el máximo objetivo (leyenda blanca). Tiene la palabra CAP: ni lo uno ni lo otro, todo lo contrario. Para perder un proceso electoral controlado por el oficialismo no hay nada más seguro que desestimar provocaciones, imposiciones y ventajismos, como ocurrió con el referendo revocatorio: "¡No importa que nos anulen firmas, que vuelvan papilla el Registro Electoral, de todos modos vamos a ganar!", ¿Se acuerdan?.. Son más o menos los mismos actores. Tras la estocada reaparecerán el boludo, el entontecido y el repipi, con personajes nuevos como el amerengado, creado para recibir el regalo del rey de España (una nueva burla), dispuesto a comprar multitudes y a pagar mariachis.

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