jueves, 28 de agosto de 2008

Show de ‘comandantes’ del Alba


ELMUNDO.COM - ¡Qué barato vendió su voto el pobre ‘comandante vaquero’ al magnate ‘comandante llanero’! El diario El Heraldo, de Tegucigalpa, abrió ayer su edición informando que la jornada del lunes había estado “marcada por insultos, golpes a periodistas y artillería pesada en manos de efectivos militares, que lejos de crear un ambiente de paz pusieron tensa a la población”, en alusión a la cumbre extraordinaria de los jefes de Estado que hacen parte de la llamada Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), cuyo acto central era precisamente la adhesión de Honduras al club de beneficiarios de los petrodólares del coronel Chávez, una decisión del presidente Manuel Zelaya que ha recibido no sólo el rechazo categórico de la oposición y del empresariado, sino de la mayoría de los dirigentes y de las bases del Partido Liberal que lo llevó al poder en las elecciones del 2005. El despliegue de fuerza en torno a la cumbre dejó al desnudo la poca o nula acogida que tiene el Alba entre los hondureños y el temor del gobierno a las protestas o al sabotaje. Entre otras razones, porque además de garantizar la seguridad de los mandatarios e invitados especiales, había que proteger la concentración prefabricada de “testigos del histórico acontecimiento”, reunidos en la Plaza de la Libertad, frente al palacio presidencial. Según describe el citado periódico, “desde muy temprano, en el anillo periférico y alrededores de la sede del Poder Ejecutivo se apostaron efectivos militares, tanquetas y comandos con artillería pesada. La Policía Preventiva también hizo un despliegue por aire y tierra. Los helicópteros Halcón I y II sobrevolaron el espacio aéreo de la ciudad y especialmente donde se concentraron miles de personas que llegaron de diferentes partes del país para ser testigos de la firma de un documento que nunca se dio a conocer. Las patrullas, de igual forma, recorrieron los bulevares en los que se estacionaron centenares de autobuses, contratados supuestamente por el gobierno para movilizar a centenares de personas desde diversos puntos del país. La máxima seguridad también era evidente en los puntos estratégicos designados por los coordinadores para pagar 200, 300, 500, 1.000 y hasta 1.500 lempiras a cada manifestante”. (El cambio está a 19 lempiras por dólar). Aparte del artificioso montaje, la crónica destaca la impuntualidad de las ‘estrellas’ del espectáculo –los presidentes Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega; el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, y el anfitrión del evento, Manuel Zelaya –que llegaron con tres horas de retraso al escenario principal de un acto previsto para las 10 de la mañana. Y como si fuera poco, la paciente e importada audiencia tuvo que soportar sus “kilométricos” discursos, porque todos, como buenos populistas, aprovecharon la ocasión para dar rienda a su encendida retórica contra el imperialismo y el neoliberalismo. A tono con el espíritu que prevaleció en la ceremonia – sigue relatando el cronista de El Heraldo – en la que el gobernante hondureño se definió como izquierdista, para abrir el acto la Filarmónica Nacional interpretó la canción ‘Hasta siempre, comandante Ché Guevara’. Y en la misma tónica, el ‘comandante’ máximo aprovechó su discurso para bautizar revolucionariamente a algunos de sus socios en la aventura del Alba – al anfitrión lo llamó “Comandante vaquero”; a Morales, “comandante cocalero”; a Ortega no lo degradó de su bien ganado título de “comandante sandinista” – mientras que a sí mismo se apodó “comandante llanero”, para rematar presumiendo de que, como “comandantes” de la revolución socialista y bolivariana del siglo XXI, eran los “herederos de líderes de antaño como Simón Bolívar, José Martí, Ernesto ‘Che’ Guevara y Francisco Morazán”, éste último prócer de la independencia hondureña. Después de sus peroratas contra el Imperio y contra el presidente Bush y de hablar de los supuestos vientos de libertad y prosperidad que vienen para Honduras después de la suscripción del Alba –el embeleco que se inventó en el 2004 como alternativa al ALCA, la principal estrategia política y comercial de largo plazo presentada por los Estados Unidos y que en la última Cumbre de las Américas recibió la adhesión de 29 de los 34 jefes de Estado y de Gobierno del continente –Chávez se despachó en agravios contra los críticos de la decisión del presidente Zelaya: “Para mí, un hondureño que se oponga al ingreso de su país a la Alternativa Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América, es un vende patria o un ignorante, no tengo otra manera de calificarlo, o es que sencillamente está jugando un papel contrario a los intereses de Honduras”. Y para matizar el insulto concluyó cínicamente: “Yo no vine aquí a meterme en los asuntos internos, sólo hago una reflexión”. Zelaya, por su parte, declaró: “Hoy este gobierno se ha colocado en un centro izquierda y como me dijeron algunos que era peligroso hablar de un centro izquierda, yo les dije: Quítele lo de centro si cree que es peligroso”. Alabó las bondades del Alba como “la esperanza y el corazón” para los pueblos de Latinoamérica y reveló que a Honduras le representará la capitalizació n del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola, la donación de 100 tractores, el acceso a bonos por 100 millones de dólares para el sector informal de la economía, la ampliación de la cooperación médica de Cuba y un programa para alfabetizar a los hondureños que no saben leer. ¡Qué barato vendió su voto el pobre ‘comandante vaquero’ al magnate ‘comandante llanero’!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su Comentario