Pueblo ¡Despierta!

Por: TAGMAN - Con la caída del régimen de Marcos Pérez Jiménez se desató en Venezuela el libertinaje. Yo vivía en un barrio de Catia y los malandros de la época, que siempre los hubo, formaron pandillas y bandas que azotaban a la gente de buen vivir. Estos tipos no estudiaban ni trabajaban (bueno, algunos estaban enrrolados en el famoso Plan de Emergencia creado por la Junta de Gobierno y allí cobraban sin trabajar), sino que se dedicaban a molestar y joder todo el tiempo y la gente les temía. Mis hermanos, primos y amigos del barrio que estábamos estudiando, éramos blanco favorito de estos vagabundos sin oficio y más de una vez tuvimos que caernos a trompadas (o a coñazo limpio) con ellos y algunas veces también teníamos que correr bien duro pues nos superaban en número. Como buenos cobardes la mayoría de las veces esperaban contar con esa ventaja para enfrentarnos. Hasta que un día, cuando dos de los facinerosos mayores y más desarrollados que un primo mío le estaban cayendo a golpes, le avisé a mi gente y salió toda la familia (madres, padres, tíos, hermanos, primos) y le dimos una coñaza a los tipos que todavía la deben estar recordando. A partir de ese momento los malvivientes dejaron de molestar. Todo esto lo cuento porque ya está bueno de aguantarle abusos e ilegalidades a este régimen chavista. O salimos todos y les damos sus "buenos carajazos" (interprétenlo como se debe) a esos sinvergüenzas que están en el poder o nos jodimos quien sabe hasta cuando. Mientras sigamos creyendo que vamos a resolver esto con las elecciones (ojo: no estoy en contra de ellas) o con alguna intervención milagrosa predicha por un vidente o con algunos militares institucionales "que todavía los hay" (si, Luis), el régimen nos va a seguir arrinconando hasta terminar ahogándonos en el comunismo. El tiempo se acaba. Después sólo nos quedará lamentarnos. Los "líderes" opositores tienen que lograr la unidad y hacer una sola convocatoria decisiva para enfrentar esta ignominia que nos lleva directo al matadero. Si vamos a hacer una marcha, que sea la megamarcha del no regreso para acabar con este régimen miserable.