jueves, 21 de febrero de 2008

No pierdas la oportunidad de hacerlo. Más tarde, podría ser tarde.


Yo era todavía un niño pequeño. Entre las muchas cosas que me deslumbraban estaba el viejo teléfono, que en la época era una antigua caja de madera colgada en la pared, con el auricular suspendido a su costado. Lo que más me intrigaba era que en su interior vivía un pequeño genio, muy inteligente y amable que sabia todas las cosas: la hora, el tiempo que haría al otro día, el horario de los trenes, los teléfonos de los amigos de mis padres, y su amabilidad para contestar a todo lo que mis padres preguntaban. Deseaba mucho conocer el nombre de este mago chiquito así que me puse a escuchar todo lo que mi madre le decía, hasta que descubrí que ella lo llamaba: "Informeporfavor". Las cosas mágicas siempre tienen nombres largos, como "abracadabra". Mi primer contacto con "Informeporfavor" se produjo un día que nunca olvidaré, cuando mi madre visitaba una vecina y me dejó sólo por unos minutos. Yo aproveché para bajar al sótano, en donde mi padre tenía su tallercito casero. Me puse a golpear con el martillo hasta que me di tal martillazo en un dedo que se hinchó hasta parecer una morcilla. No ganaba nada con gritar como un loco, pues en la casa no había nadie para escucharme. Pero entonces, ¡Que maravilla!, me acordé del genio "Informeporfavor". Subí tan rápido como pude, descolgué el teléfono y le hablé a "Informeporfavor". En efecto, él estaba allí. Y además tenía una suave voz de mujer. Tal vez en vez de un genio era una genia. En cuanto me respondió, ya que había alguien para escucharme me puse a llorar con todas las ganas, y como pude le conté lo que me pasaba. "Informeporfavor" me preguntó: ¿Puedes alcanzar en la heladera los cubitos de hielo?. Le dije "sí, puedo". Me explicó que los aflojara bajo el chorro de agua, que sacara uno y me lo pusiera sobre el dedo. Eso me hizo mucho bien y pensé que tal vez "Informeporfavor" había hecho un poco de magia para ayudarme. Desde entonces yo llamaba en secreto a "Informeporfavor" para consultarla por todo: "¿Cómo se deletrea y se escribe "fijar?". "¿Cómo se calcula el área de un cuadrado?. "¿Cuál es la capital de España?". Rápidamente "Informeporfavor" me contestaba, con una paciencia extraordinaria y me lo repetía si era necesario. Pero creo que su más grande ayuda fue el día que mi querido canarito apareció muerto en su jaula. Eso me dolió mucho más que el martillazo en el dedo. Llamé a "Informeporfavor" y le conté mi profunda tristeza. ¿Puede usted explicarme, -le pregunté- cómo es posible que un pobre pajarito que pasa el día cantando para alegrarnos a todos, termine un día caído en el piso de su jaula?. Pensó un momento, y luego me dijo: "¿Sabes que hay otros mundos donde ir a cantar?". Aquellas palabras me consolaron porque imaginé el pajarito feliz, cantando en un mundo tal vez más lindo que el nuestro. Cierto día, me preguntó mi nombre, yo le dije "Peter", ella me respondió "puedes llamarme Sally". Algunas semanas más tarde, mi papá fue trasladado por motivos de trabajo y nos mudamos bastante lejos del pueblo. En la nueva ciudad, cuando llamaba a "Informeporfavor", me contestaba alguien que no era Sally y no la conocían, tuve una gran pena. Luego crecí, me enseñaron cómo funcionan los teléfonos y aprendí que los genios no existían. Entonces tuve más deseos de conocer a esa segunda mamá que era Sally. Un día, siendo ya un joven empleado tuve que hacer un viaje en avión cerca de mi antigua aldea natal. Tenía media hora entre dos aviones. Así que fui hasta un teléfono público y pedí por Sally. Cuando ella me atendió, le dije: Sally, podrías ayudarme.... ¿cómo se deletrea "fijar" ?. Pensó un instante y me respondió: "¿Cómo está ese dedo machucado? " Y entonces los dos estallamos en una carcajada simultánea. Le conté de mi nueva vida, de mi empleo y le agradecí todo lo que había hecho por mi siendo niño. Le dije todo lo que ella había significado en para mi. Pero entonces fue ella la que me dijo: Soy yo la que te debe mucho. No puedes imaginarlo, siempre soñé con tener un hijo, pero no lo tuve y tu llenaste ese vacío. Cuando nos despedimos prometí llamarla, pues seguramente tendría que hacer un viaje similar algunas semanas más tarde y podría ir a conocerla. Pasó un tiempo y el nuevo viaje se produjo. Entre el cambio de aviones llamé a la central telefónica. "Sally, por favor". "¿Es usted un pariente de Sally?" -contestó una voz. - "No, pero somos viejos amigos, dígale que es Peter". "Señor, - me respondió la telefonista- lamento tanto darle esta mala noticia, pero Sally falleció hace 15 días. Últimamente estaba muy enferma y trabajaba solo medio tiempo, hasta que la perdimos. ¡Todos la extrañamos tanto!. Pero, espere un poco, ¿usted me dijo que se llama Peter? - Si, señora, Peter. - ¡Ah!, Sally me dejó antes de abandonar el trabajo una notita para usted. Espere, aquí esta, ella me dijo que usted comprendería, la nota dice: "Peter, hay otros mundos a donde ir a cantar". ¿Usted lo puede comprender?". Si señora, -pude apenas articular- comprendo... muchas, muchas gracias y adiós. Faltaban unos minutos para la partida del avión. De vuelta hacia la puerta de embarque me di cuenta que tenía los ojos húmedos. Así... como creo, que te sientes en este momento, después de leer esta historia. Me gustaría, es más, te pido que corrias a abrazar a alguien y le dijeras sin perder tiempo lo mucho que lo(a) quieres. ¿Ves?. Esto que sientes es un sentimiento puro!. Y no es Mí magia, sino que nace de ti. Tienes muchas cosas lindas dentro de tu alma y de tu corazón. No las escondas. No las tapes. No hay nada más lindo que poder decirle a alguien un "Te quiero". Muy fuerte y muy sentido. Feliz Día.

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