viernes, 29 de febrero de 2008

Quince minutos


Un guerrero de la luz que confía demasiado en su inteligencia, acaba por subestimar el poder del adversario. Es necesario no ovidar que hay momentos en que la fuerza es más eficaz que la estrategia. La lidia de un toro dura quince minutos; el toro aprende rápidamente que está siendo engañado y su próximo paso es embestir sobre el torero. Cuando esto sucede, no hay brillo, argumento, inteligencia o artimañas que puedan evitar la tragedia. Por eso, el guerrero nunca subestima la fuerza bruta. cuando ésta es demasiado violenta, él se retira del campo de batalla, hasta que el enemigo gaste su energía.
Manual del Guerrero de la Luz - Pablo Coelho

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