Un guerrero de la luz necesita amor. El afecto y el cariño forman parte de su naturaleza, tanto como el comer, el beber o el gusto por el Buen Combate. Cuando el guerrero no se siente feliz ante una puesta de sol, es que algo anda mal. En este momento, interrumpe el combate y va en busca de compañía, para contemplar juntos el atardecer. Si tiene dificultades para encontrarla, se pregunta a sí mismo: "¿Tuve miedo de aproximarme a alguien?. ¿Recibí afecto y no lo percibí?". Un guerrero de la luz usa la soledad, pero no es usado por ella.
Manual del Guerrero de la Luz - Pablo Coelho
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