LA VOZ - Miércoles, 19 de Septiembre de 2007 - Psicópata encubierto - Por: Carlos R. Alvarado Grimán. Mucho se ha especulado entorno a los supuestos trastornos mentales de Hugo Chávez. Algunos psiquiatras, lo han encuadrado dentro del típico caso de un individuo con trastornos bipolar. Es decir, cambios emocionales bruscos que van desde completa euforia y alegría hasta total depresión y tristeza. Con relación a su vida sexual, también se especula mucho. Sus hacedores de imagen han intentado proyectarlo como un Don Juan del Siglo XXI, pero recientemente un connotado periodista, miembro de la Real Academia de la Lengua española, ha introducido un nuevo elemento: Su posible homosexualidad. Realmente la personalidad de Chávez da para todo tipo de corrillos. Unos amigos conocedores de la materia psiquiátrica, señalan que la personalidad de Chávez se ajusta perfectamente a un típico caso de "narcisismo maligno". Quienes padecen esta psicopatía son sujetos provenientes de familias disgregadas, desafectas, violentas y con conductas antisociales. El narcisista maligno es un sujeto que aunque se muestra omnipotente, en el fondo es inseguro y con profundo complejo de inferioridad; manifiesta incapacidad para identificarse con valores morales; es en esencia manipulador, mentiroso compulsivo; desprecia a sus semejantes y viola sus derechos. Puede mostrar señales de arrepentimiento o remordimiento, pero sólo como un ardid para evitar ser penalizado. En el hogar es un verdadero verdugo en eso de la violencia intrafamiliar; sus únicas relaciones personales perdurables son las llamadas parasitarias o utilitarias. ¿Encaja?. Aunque los defensores a ultranza del Presidente, aleguen que su vida privada debe ser respetada, nosotros creemos que si sus supuestos trastornos mentales están incidiendo sobre su estilo de gobernar, entonces es un problema de toda la sociedad venezolana y por consiguiente, tenemos el derecho de conocer al dedillo todo sobre su vida personal e íntima. Conocer al Chávez real, nos ayudará a comprender la magnitud de la tragedia a la cual nos enfrentamos, para así, establecer estrategias que nos permitan canalizar efectivamente nuestros esfuerzos y poder liberarnos de la pesadilla chavista. Parafraseando a Groucho Marx diríamos que "Él puede parecer un psicópata y actuar como un psicópata. Pero no nos dejemos engañar. Quizá es realmente un psicópata encubierto.
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