viernes, 10 de octubre de 2008

Margarita confiscada


Por: Roger Santodomingo - La semana pasada pude ser testigo de cómo se aplicó de manera brutal la nueva capacidad del Estado para declarar de utilidad pública prácticamente todo a lo que le pongan el ojo el Gobierno y sus partidarios. Fue en Margarita, el miércoles, con motivo de una visita del presidente Hugo Chávez, cuando activistas del PSUV tomaron violentamente las instalaciones de Puerto La Mar para hacer allí un mitin del Presidente en respaldo al candidato a la gobernación William Fariñas. No sólo no pidieron permiso, ni se molestaron en preguntar sobre la disponibilidad del espacio (de hecho abortaron por la fuerza un espectáculo cultural programado hace meses por Amnistía Internacional y la Fundación Un país libre para mis hijos, que luego debió efectuarse a menor escala en otro lugar), simplemente forzaron las puertas, se apoderaron de la iluminación y equipos de sonido y se fueron dejando lo que no tapizado de rojo, destrozado. Lleno de basura.Durante el mitin, Chávez no dejó dudas: la fantástica infraestructura creada por un consorcio privado y la alcaldía de Porlamar para establecer un puerto turístico, sería declarada de utilidad pública y eventualmente expropiada pues allí, en su opinión, funcionaría muy bien una universidad bolivariana.Nadie se opone a ampliar las oportunidades de desarrollo educativo para los jóvenes neoespartanos, por supuesto, pero acaso valdría para algo su opinión sobre si quieren que se haga allí una universidad, y si antes de la impronta el espacio debe ser violado. El desmán fue ampliamente rechazado no sólo por el sector comercial de la isla, sino por los margariteños que viven del turismo y aspiran a que el moderno y hermoso Puerto La Mar pueda convertirse en un antes y después de la isla: no sólo significó un mejoramiento evidente del casco central de Porlamar; está diseñado para que Margarita compita ventajosamente frente otros destinos en el Caribe.Pero por más violenta y arbitraria que parezca, la acción fue 'legal'. De hecho dentro de varios de los 26 decretos ley promulgados el 31 de julio se incluye esta potestad que, de hecho, acaba con la garantía de la propiedad privada. Así, todas las actividades económicas en Margarita podrían ser confiscadas 'legalmente' , así lo temen, pues dentro de las áreas declaradas de utilidad pública en las nuevas leyes cabe todo: la actividad marítima, el turismo, la pesca y la alimentación.Este bochorno podría explicar la aparente resignación de los propietarios de Puerto la Mar ante la pérdida de una inversión mil millonaria frente a sus ojos. Quizás teman en privado que sus actividades principales, el transporte de carga y turismo por parte de los socios de Conferry, y la venta de alimentos de los de Rattan, cayeran dentro del voraz apetito confiscador del oficialismo.El acto del Presidente pretendía apuntalar a su candidato William Fariñas. Para ello recurrió al expediente de la difamación y la acusación sin evidencias contra el gobernador Morel Rodríguez. En el mitin de Puerto la Mar lo llamó narcotraficante y mafioso. Rodríguez, quien ha sido particularmente prudente en su trato con el primer mandatario, no tuvo oportunidad de responderle directamente ni con los mismos medios, pero los margariteños se están expresando claramente en las encuestas. Su gestión es reconocida por tirios y troyanos como las más exitosas que ha tenido la región, y será premiada con la reelección. La amenaza –y el chantajede que si no votan por Farías igual lo nombrarían autoridad regional además de que Morel no recibiría dinero del Gobierno, es desafiada por los margariteños cuya historia está adornada con los naufragios de los conquistadores que intentaron domarla. En un paseo por el mercado, a donde fui por la necesaria dosis de empanadas de cazón, todos le tenían un nuevo nombre: Hugo Chávez, el confiscador.

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