lunes, 20 de octubre de 2008

¿Dónde están mis reales? ¿Otra estafa más?


Por: Simón Anduze G. - Las mesadas de los jubilados de Pdvsa no salen de los fondos del Estado. Para hacerse merecedor a la pensión de jubilación, los empleados de la filial Lagovén tenían que estar inscritos en el "Plan de Jubilación" y haber contribuido –durante cierto mínimo de años– con el 3% de sus salarios, además estaban obligados a entregar, por lo menos, el 25% de sus prestaciones sociales (que equivalían a 2 meses del último salario por cada año de servicio) y, también, podían dejar su "caja de ahorros"… si lo así deseaban. Este era el procedimiento para jubilarse en Lagovén, no sé cómo sería en Corpovén o Maravén. El dinero así recolectado se depositaba en el "Fondo de Jubilación" (una especie de sociedad mutualista) que era administrado por una compañía de seguros(1). La mayor parte del Fondo no estaba depositado en cuentas de ahorros sino en inversiones 'seguras': el 50% en Venezuela y el resto en dólares en el extranjero.(2) La labor de Lagovén se limitaba a autorizar los pagos –mensuales y especiales– además de ejercer la vigilancia y control del proceso… En la actualidad ¿dónde está depositado el Fondo de Jubilación? Para calcular la pensión, había una fórmula que incluía: el último salario, los años de servicio, la contribución al Fondo y otros parámetros. El resultado era que con 40 años de servicio y el 25% de las prestaciones, la pensión equivalía al último salario, muy diferente del Seguro Social Obligatorio donde todos reciben la misma mensualidad sin importar si la contribución fue el porcentaje del sueldo de un ingeniero o de un obrero. Tomando en cuenta la gran estabilidad laboral que había en la industria petrolera, los jubilados tenían 20, 30 o más años de servicio al momento de retirarse (yo trabajé durante 42 años). No es difícil, pues, imaginarse que el Fondo de Jubilación representaba una cantidad 'jugosa', tan jugosa que, debido a las buenas inversiones, crecía en vez de mermar. (En broma decíamos que crecía como el Premio Nóbel). En consecuencia, todos lo meses de marzo recibíamos un bono especial de 2 ó 3 mensualidades como repartición del excedente del rendimiento de las inversiones durante el año anterior. Pero esto comenzó a variar –es decir: fallar– cuando llegó la nueva "administració n" de Pdvsa: comenzaron por retrasar el pago del bono especial, rebajado, ahora, a 1 ó 2 mensualidades. El año pasado sólo nos depositaron 3 ó 5 por ciento y este año no sabemos: el la pared de la Oficina de Atención al Jubilado hay un cartel que dice "Todavía no sabemos cuándo se repartirán los dividendos", es decir: ¡No fastidies!. Debido al derrumbe de los precios del petróleo, el dinero del Fondo de Jubilación desaparecerá –estoy seguro– porque lo destinarán a los gastos de Pdvsa y entonces los jubilados de la industria petrolera dependeremos de las manos bondadosas de Ramírez y de Chávez. ¿Qué se puede esperar de estos sub-humanos que después del Paro Nacional despidieron a los empleados y obreros petroleros sin entregarles sus prestaciones sociales ni sus ahorros? ¿Dónde están mis reales?

2 comentarios:

  1. Da lástima ver como hemos perdido por completo nuestra estima y dignidad. No se para que tenemos una Junta Directiva de Ajip si no sirve ni siquiera para defender los derechos de sus agremiados.
    Si estuviera en su lugar ya hubiese convocado a todos los jubilados para hacer un reclamo y a la vez Rueda de Prensas Nacional e Internacional, como ir a la Corte Suprema de Justica. Actuemos ya
    Hector Goodfellow

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  2. Hola Héctor. Lo que dice el artículo es cierto. Nosotros estructurabamos (por decirlo de esa forma) nuestras pensiones y jubilaciones con nuestros aportes mensuales. Ellos se quedaron con todos nuestros ahorros y nuestros aportes de muchos, muchos años de trabajo con la esperanza que, con responsabilidad, tendríamos una vejez llevadera. Pero me remito al Eclesiastés: "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo el Cielo tiene su hora". Confiemos en Dios porque cuando uno está seguro que su actuar fue a conciencia y correcto, puede estar seguro también que la vida dejará en las puertas de cada quien, la cosecha de lo que sembró. Muchas Gracias por estar por aquí. Saludos. Magda

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