lunes, 13 de octubre de 2008

¿Ante quién denunciarlo?


Por: Iván Olaizola D'Alessandro iolaizola@cantv.net - Desde el mismo momento que el teniente coronel asumió el poder comenzaron las violaciones a toda la estructura legal del país. Bueno, en honor a la verdad, él ha sido un violador de la Constitución y las leyes desde el mismo momento en que inició sus estudios militares, juró en el Samán de Güere y se alzó el 4 de febrero, y él mismo se ufana en reconocerlo. En el propio acto de toma de posesión, tal como lo hemos dicho hasta la saciedad, violó el juramento constitucional del cargo de Presidente. Y de allí en adelante ya es hartamente conocido su historial de violaciones a la Constitución. A la de 1961, inicialmente, y luego a la suya propia, la de 1999. La interpreta a su real saber y entender, al igual que las leyes y normas de la República. Atropella y comete arbitrariedades y ordena hacerles un marco legal a las mismas. Es decir, que hace leyes a su medida y las elimina a su conveniencia. Ha fundido todos los poderes en uno solo. Le cambia el nombre a todo según su parecer. Maneja el presupuesto como hacienda privada. Dona y regala recursos y bienes del Estado a quien mejor le parece. Hace y deshace. Asciende y crea rangos militares a su sola voluntad. Reparte soles como panes en el desierto. El derecho al trabajo, el derecho a la vida, el derecho a la vivienda, el derecho a la salud, el derecho a la alimentación, el derecho a la educación, el derecho a la disidencia, el derecho de expresión, el derecho al libre tránsito, el derecho a la propiedad, el derecho a la libre empresa y asociación. En fin, se violan los derechos no sólo humanos y universales, sino los particulares y privados. Todos estos derechos son para él derechos subjetivos. Si estás con la revolución, con el proceso; si eres rojo rojito puede que los tengas, de lo contrario seguro que no los tienes. Y no es una cuestión de opinión, es que él mismo, en su permanente discurso, así lo afirma, sin complejo ni pudor alguno. Yo los boto, yo los mando presos, yo lo digo, yo lo hago, yo les doy, yo les quito, yo soy, yo decido. Pues bien, esto ha hecho que muchos venezolanos hayan, desde hace ya tiempo, comenzado a preparar expedientes para demandar esta situación por ante los órganos jurisdiccionales correspondientes. Primero nacionales, a título de saludo a la bandera dada la conformación de la justicia criolla, pero para cumplir los procedimientos y luego acudir a las instancias internacionales. Ya son miles de folios donde reposan todas estas violaciones. La más reciente es la denuncia que introducirá el constitucionalista Hermán Escarrá por ante la Corte Penal Internacional. Es posible que mientras el precio del barril de petróleo esté donde está, todas estas demandas sean dilatadas. Ya hemos visto cómo actúan algunos mandatarios y organismos. La mejor muestra de esto es la última declaración del premio Nobel, presidente de la muy democrática Costa Rica, cuando se le increpó por qué apoya a Chávez. Más o menos dijo así: "Lo apoyo porque nos da recursos, más de los que nos da EEUU, y su problema interno es de los venezolanos, no nuestro". Gracias, Dr. Arias. Pero a mí se me ocurre que mientras los líderes y las instituciones serias y democráticas del mundo abren los ojos y los sentidos con relación a lo que estamos padeciendo en esta república bolivariana, tal como ha ocurrido en otras épocas con relación a regímenes similares, los venezolanos debemos optar por otras vías y métodos para denunciar a este teniente coronel felón. Hay que ir a los barrios, a las urbanizaciones, a las fábricas, a las escuelas, liceos y universidades; a las plazas y calles, a las ciudades, pueblos y caseríos de todo el país y denunciar por qué los matan. Por qué no hay seguridad. Por qué los secuestran, los roban y los asaltan. Por qué no hay alimentos. Por qué no hay escuelas en buen estado. Por qué no hay buenos servicios de salud, de agua potable, de electricidad, de gas. Por qué no hay viviendas dignas. Por qué hay calles con huecos y carreteras en mal estado. Por qué les violan a sus hijas e hijos. Por qué matan a los taxistas, camioneteros, buseteros y motorizados. Por qué les invaden sus casas, sus apartamentos, sus fincas, parcelas y hatos. Por qué la inflación se come el salario y éste no alcanza. Por qué no se puede salir de noche. Por qué no se puede ir a tal o cual barrio. Por qué hay que vestirse de rojo para poder hacer tal o cual cosa o tener cual o tal prebenda. Por qué hay que aplaudir y reír estupideces. Por qué hay que calarse horas y horas de cadenas para oír un discurso alienante, escatológico, incendiario, de odio, de llamado a la violencia. En fin, sin miedo, decirle la verdad al pueblo, abrirle los ojos y sentidos, desmontar el discurso demagógico y engañoso. Hacerle ver que ya eso de que los males vienen de la IV República o del imperio no tiene asidero. Que el único responsable de toda esta situación es el teniente coronel revolucionario, su proceso y su socialismo del siglo XXI, su "Patria, socialismo o muerte". Su Fidel y sus cubanos. Sus militares, sus guerrilleros, sus comunistas. Y el 23 de noviembre introducirle la gran demanda. Millones de votos para cambiar el cuadro político nacional. Darle un parado al totalitarismo militarista y regresar a la democracia plural. Al respeto al Estado de Derecho. A vivir en paz, con tolerancia. Ésa deberá ser la gran demanda mientras se prepara la otra, cuando se le acabe su tiempo.

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