domingo, 14 de septiembre de 2008

En vez de groserías el pueblo exige soluciones

Por: Radar de los Barrios/Jesús Torrealba - A cualquier hora puedes contactarnos en Internet en www.radardelosbarrios.blogspot.com o a través de nuestro correo electrónico radardelosbarrios@gmail.com - "Radar de los Barrios" encendido los siete días de la semana Los domingos a página completa en el Diario La Voz. Los sábados, de 4 a 7 pm, por el canal 33 de Globovisión. De lunes a viernes, de 10 a 11 am, por los 750 AM de Radio Caracas Radio - "Radar de los barrios" se pregunta si el lenguaje presidencial de los últimos días, es para ocultar la mala gestión de alcaldes y gobernadores, entre otras cosas "¡Vamos hacia el socialismo, vamos a construir las comunas, las ciudades comunales, vamos a regresar al trueque, vamos usar fichas en vez de monedas!". ¿Qué pasó, Diosdado, nadie se asombró?...¿No escandalicé a nadie, la gente sigue pendiente de la inseguridad, de la basura y de la crisis de los hospitales? ¡Perrro! ¡Déjame entonces probar con este otro discurso, que me ha funcionado antes: "¡Me quieren matar! ¡Está en marcha un plan para el magnicidio! ¡Mucho cuidao, pitiyanquis, porque si llega a pasarme algo el pueblo arrasaría hasta con los casinos de Papi-Papi! ¡No dejaríamos ficha sobre ficha, perdón, piedra sobre piedra!". ¿Y ahora? ¡Cuéntame, Aristóbulo! ¿Cómo está la cosa allá afuera? ¿Qué? ¿Que nadie le paró a lo del magnicidio, y la gente sigue protestando porque no hay vivienda ni empleo? ¡Bueno! Déjame lanzar entonces esta "raboecochino" , pa' ve si los poncho: "Tengo ahí en Palo Negro dos bombarderos estratégicos rusos, que me dejaron a consignación, con los que voy a vigilar los movimientos de la Cuarta Flota gringa, y si un barco yanqui se mete por el Guaire lo vamos a hundir, así estalle la Tercera Guerra Mundial, porque Venezuela se respeta". ¿Y entonces, Jesse? ¿Cómo que "nada"? ¿La gente no se puso histérica con lo de los aviones rusos? ¿Qué más bien hasta los médicos de Barrio Adentro están protestando en las calles porque no les hemos pagado, y los camaradas de las Organizaciones Comunitarias de Vivienda están furiosos porque la Ley de Vivienda aprobada en la Habilitante desconoce a las OCV? Bueno, no me queda otro remedio. Si quiero que la gente se olvide de su realidad y empiece a pensar sólo en mi bla bla y en la política, tendré que usar palabras mayores. Díganle a Erika que me reúna a los becarios frente a Miraflores. ¿Ya están todos? ¿Tan poquitos? Bueno, ahí voy: "Al Embajador del Imperio que recoja sus macundales y que se me vaya en menos de 72 horas"... "Si una rebelión popular tumba un gobierno en otro país nosotros vamos, invadimos y reprimimos a ese pueblo, sea del país que sea, porque ahora somos el Gendarme Sub Regional Andino, pa' eso tenemos real y petróleo" ..."Yanquis de m..., váyanse para el c... porque nosotros lo único que queremos es respeto, por eso somos así, tan respetuosos". Lo que era ya no es - Hace doce años, cuando abandonó la ridiculez abstencionista y salió al encuentro de la vocación democrática del venezolano, el chavismo nació de debajo de las piedras y creció como la verdolaga, entre el bahareque de los ranchos campesinos y los bloques de arcilla de los ranchos urbanos. Sin asesores cubanos, sin estrategas brasileros, sin publicistas argentinos. Con puro olor y dolor de pueblo. Hoy, el Presidente ha engordado, usa relojes costosos y trajes que valen más de lo que un obrero gana en un año. Sus familiares y colaboradores también han "prosperado" . Beben güisqui mayor de edad, usan camionetas lujosas y los guardaespaldas los acompañan hasta para el baño. Hace doce años, para compactar a su gente, el jefe de los esperanzados hablaba de redención y de justicia. Hoy, para intentar lo mismo, el jefe de los burócratas recurre al miedo y el insulto. Ya no habla con el corazón. Ahora lee encuestas. Y tales encuestas le dicen cosas que no le gustan: la oposición convencional va a duplicar o algo más el número de gobernaciones bajo su control. Pero hay más: Extremos son minoría - Sus propios numeritos le indican que en una cantidad incluso mayor de gobernaciones el oficialismo puede ser derrotado... por la disidencia chavista, es decir, por gente que se asume revolucionaria, pero que no se cala ya ni al comandante, ni a sus focas: En Trujillo y Portuguesa, en Lara y Guárico, en Aragua y Sucre y hasta en Barinas es altamente probable que ganen candidatos que no son de la oposición... ¡Y que ya tampoco son de Chávez! Todo lo cual resultaría en que el mapa político del país podría empezar a parecerse a la Venezuela real, en la que el extremo oficialista y el extremo opositor son minorías que se siguen reduciendo. Esto es consistente con lo que revelan todos los estudios de opinión. Pero nosotros no somos "analistas". Somos luchadores sociales, y hablamos desde nuestra experiencia del día a día en los barrios populares. Desde esa vivencia transmitimos lo que vemos: "Esto se mueve", y se mueve para bien. No permitamos entonces ni que las provocaciones de un lado ni las evidentes carencias del otro nos desvíen. El país que amanecerá el 24 de noviembre será este mismo, pero con más y mejores caminos. Por eso tenemos que llegar a ese amanecer con pulso y serenidad. Aquí no se trata de convertirse en comparsa de la oposición o de la disidencia chavista, sino de exigirles y apoyarlos para que sean cada vez más útiles al país. Tampoco se trata de "ganarle la guerra" a los sectores violentos del oficialismo, encabezados a veces por el mismo Presidente, sino de imponerles la paz. De aquí al 23-N el camino estará lleno de vidrios rotos. El paso, pues, debe ser sereno y firme. Porque el voto es el arma del hombre libre. ¡Pa'lante es pa'llá! Ni vuelta al pasado ni 10 años de "revolución" - El único sector que crece es el de los venezolanos y venezolanas que quieren cambio en democracia y libertad, cambio para bien, para mejorar y progresar. Por eso a ese sector le cuesta tanto identificarse con una oposición cuya única propuesta parece ser regresar a la Venezuela de antes de 1998, y le cuesta mucho más identificarse con un Gobierno cuyo único proyecto parece ser regresarnos al mundo de antes de 1968.

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