miércoles, 4 de febrero de 2009

¡Diga que Sí, pero Vote No!


Por: Henry M. Cabello - Quedamos la semana pasada en que no está claro que es lo que nos quieren preguntar en la famosa enmienda. En consecuencia, afirmamos que solo se trata de la reelección indefinida, pero disfrazada. Por otra parte, no se nos explica el por qué de tanto apuro. Si solo es un asunto de permitirles al Presidente y demás gobernantes electos, el postularse indefinidamente, entonces falta mucho tiempo para que se plantee ese problema. Así que es fácil sospechar que están ocultando algo. Y sucede que todo esto acontece en medio de una situación económica que está agravándose a pasos agigantados. Tan grave que pone en peligro la continuación de las misiones. ¿Por qué? Porque en lugar de haber invertido los 800 mil millones de dólares petroleros en la creación de industrias y de fuentes estables de empleo, se usaron mayoritariamente para enriquecer, obscenamente, a unos cuantos corruptos del clan presidencial. Y, minoritariamente, para las becas, ayudas, dádivas que llegan a unos pocos miles de venezolanos a través de empleos temporales en el gobierno, incluyendo la industria petrolera, o de las misiones. Cuando ese dinero deje de llegarle a esos venezolanos, quedarán pocos dispuestos a seguir apoyando al Gobierno. Por eso el apuro y por eso el engaño. Pero hay mas. Los servicios públicos continuarán colapsando. Los productos que consumen los venezolanos continuarán escaseando. Cadivi no podrá asignarle dólares a los importadores, y los puertos se quedarán vacíos. Y a eso hay que agregarle la inflación que se ha devorado los ahorros de aquellos que todavía pueden ahorrar. Sin embargo, el Presidente tiene el tupé de compararnos con los paises mas desarrollados del mundo. E insiste en hacer ver que aquí hay mas democracia, porque hacemos elecciones mas seguidas. Bueno, amigo lector, así le duela, permítame afirmarle que su presidente es un vulgar mentiroso, y quienes le hacen ca,paña lo acompañan en esa sarta de mentiras, sea por inocencia o sea por complicidad. Durante los años 50 Pérez Jímenez celebraba en Venezuela la “Semana de la Patria”, que culminaba con un gran desfile en Los Próceres, el día 5 de julio. Igual que nuestro dictador tropical de nuevo cuño, ordenaba feriado y obligaba a participar a los militares, escuelas, empleados públicos y empresas del estado. Todo el mundo tenía que ir. Porque todo el mundo tenía miedo de desobedecer. Eso sigue pasando ahora. Solo que la fecha patria se mudó del 5 de julio al 4 de febrero, aniversario del último sangriento golpe de estado del país. Igual que entonces, los venezolanos eran obligados a acudir a las urnas electorales. Y si el dictador hubiera hecho tres elecciones por año, hubiera ganado cuatro. Como en Cuba. El miedo es otra buena razón para ir a votar. Pero para votar NO. Porque hay que sacar ventaja del hecho de que el voto es absolutamente secreto. Nadie podrá averiguar por quién votó usted. Si tiene miedo, dígale que si a todo lo que le pregunten. Acepte todos los sobornos del gobierno. Pero piense, dentro de usted, que lo que usted necesita es empleo serio y estable, buena asistencia social, salud, buena educación, vivienda, transporte público eficiente y vialidad en buen estado. Usted necesita que haya comida abundante en los mercados, a precios accesibles y que usted pueda escoger lo que le de la gana. Y usted necesita todo eso en un país que esté en paz, condeno sienta temor de salir a la calle, y donde sus hijos tengan un futuro brillante. Gobiernos alternativos y pluralistas. No únicos y autoritarios. Venezuela no es de un solo hombre, sino de todos. ¡Diga que si, pero vote NO!

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