lunes, 29 de diciembre de 2008

Los viáticos y pasajes previstos para Chavez equivalen al cupo Cadivi para viajeros de 1.732 personas


La oficina del Presidente no escatima gastos Pese a los postulados de austeridad que defiende el jefe del Estado, la partida para su despacho aumenta cada año. Para 2009, sólo el presupuesto para la compra de ropa y calzado suma Bs F 597.018. Los revolucionarios no pretenden hacer dinero, sino dar la vida por el proceso que impulsan. Ese es el planteamiento que ha propugnado el presidente Hugo Chávez en sus múltiples alocuciones. Lo hizo, por ejemplo, en el Aló, Presidente N° 296, el 30 de septiembre de 2007, cuando cuestionó la importación de whisky y camionetas Hummer con los dólares Cadivi, y dijo que alejaría al país de "la maldición capitalista". Más recientemente, habló de la austeridad que debe regir en la administració n pública, y de cómo avizora su parco retiro en los llanos, quizás en 2021, si la enmienda constitucional se aprueba. Pese a esos llamados a eliminar los lujos y el consumismo, el presupuesto del Despacho de la Presidencia para 2009 no luce tan austero. En viáticos y pasajes, por ejemplo, tiene previsto 18.836.764 bolívares fuertes (8,7 millones de dólares), lo que equivale al cupo Cadivi para viajeros de 1.752 personas. Las partidas destinadas a servicios de información, impresión, relaciones públicas, publicidad y propaganda, que suman 11.816.620 bolívares fuertes, representan 14.785 salarios mínimos. Además, se podrían comprar 3.780 canastas alimentarias con los 5.946.430 bolívares fuertes dedicados a alimentos y bebidas. Los fondos destinados a la compra de prendas de vestir (537.018 bolívares fuertes) y calzados (60.000), contrastan con la petición de menor consumismo para el próximo año, que han hecho el presidente de la República y algunos altos funcionarios. El ex diputado de Proyecto Venezuela Carlos Berrizbeitia sigue con detenimiento los gastos de Miraflores. Dice que el mayor regalo que el Presidente se hace a sí mismo son los viajes al exterior. "En 10 años ha estado fuera del país más de 400 días. El avión Airbus es un juguete, que le costó 75 millones de dólares, con el cual ha recorrido un kilometraje equivalente a darle la vuelta al mundo dos veces", afirma. Berrizbeitia sostiene que las cuentas del despacho del jefe del Estado no se publican detalladamente, y tampoco se presentan las facturas para dar soporte a los gastos. Por eso denunció en 2003 ante la Fiscalía lo que considera son gastos excesivos por parte del Gobierno. Después de declarar como testigo en 2006, la causa no ha tenido mayores avances. "No hay presidente en la historia que ejerciendo su mandato haya estado fuera de su país tantos días. El promedio de las comitivas presidenciales supera las cien personas en cada viaje, entre periodistas, militares, ministros, médicos, familiares, personal de seguridad y hasta un cocinero. En cada hotel que se hospedan reservan todo el piso contiguo a la habitación de Chávez, por cuestión de seguridad". El ex parlamentario explica que, con un promedio de 8.500 kilómetros recorridos al año, al avión presidencial adquirido en 2002 le han tenido que cambiar los motores en dos oportunidades en Francia. Un gusto muy costoso. Una mención especial de los gastos del Presidente merecen las transmisiones de su programa dominical y de las cadenas de radio y televisión. En mayo pasado el entonces ministro de Comunicación e Información, Andrés Izarra, anunció que por la retransmisión de la programación de VTV se cobrarían 120 bolívare fuertes por segundo. Si se toma como referencia el monto anunciado por Izarra, un Aló, Presidente de 8 horas costaría 345.600 bolívares fuertes, a lo que habría que sumar los gastos de movilización del personal de producción y de seguridad, los viáticos, salarios y horas extra. La movilización de empleados para la logística del programa dominical es extensa, según los cálculos de Berrizbeitia. Cuando los programas se transmiten desde el interior del país, entre los miembros del equipo de seguridad, los técnicos de televisión, invitados especiales y activistas, se contarían cerca de 500 personas; además del personal militar que ronda los 100 funcionarios. De acuerdo con los datos que maneja Berrizbeitia, hasta agosto de 2008, en 317 programas dominicales del Presidente se gastaron 78,5 millones de bolívares fuertes (36,5 millones de dólares), una cifra mayor a lo que el Estado prevé aportar al Fondo de Jubilaciones de los empleados de toda la administració n pública en 2009 (74,24 millones de bolívares fuertes). Las reiteradas menciones del primer mandatario a su amor por las matemáticas, le hacen preguntarse al ex diputado de Proyecto Venezuela por qué Chávez no publica cada tres meses, como establece la Ley contra la Corrupción, los asientos sobre los recursos que maneja. Agrega que hay un doble discurso que se ha replicado en la mayoría de los organismos públicos: "El Presidente no ha dado ejemplo de austeridad ni de administració n transparente del gasto. Eso fomenta el desorden administrativo y la corrupción en las instituciones. Chávez critica que la gente compre licor y carros, pero con las partidas asignadas a su despacho también se compra eso que rechaza. Se derrocha en viáticos y pasajes. Miles de millones se han ido en estos años y a las comunidades no llega dinero ni para construir casas". Al menos en el discurso oficial, la austeridad es un mandato: "No les voy a decir que no le compren juguetes a los niños, pero no caigan en el consumismo", recomendó Chávez en una alocución el día antes de la llegada de San Nicolás. Pero el criterio de escasez parece que no está implantado aún en Miraflores.

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