miércoles, 31 de diciembre de 2008

Para comenzar con un año nuevo


Haz que todas tus mañanas sean brillantes,
llénate de optimismo, piensa que todo te saldrá bien
y no precipites los acontecimientos.
No te apresures a tomar decisiones,
date tiempo para pensar.
No dejes que otro piense por ti,
porque tú tienes tu propia personalidad.
Sé tú mismo,
no dejes de serlo para complacer a otros.
No busques amistades cuyos hábitos
sean diferentes a los tuyos,
pero si tienes buenos amigos,
disfruta de su compañía y de su amistad.
Comparte con tu familia,
saca tiempo para compartir con ellos.
Nunca trates de imponer tus propios criterios,
cada persona tiene derecho a opinar y tu deber es oirla.
Si así lo haces
tu palabra cobrará más fuerza.
Sé paciente con los demás,
así demostrarás tu alto grado de madurez.
Haz buen uso de tu dinero.
No desperdicies tu tiempo,
pues el tiempo bien usado es un reflejo de tu carácter.
No comas con glotonería,
sino para alimentarte.
No lo hagas por llenar el vientre,
sino por una necesidad.
Saca tiempo para meditar y aprende a contemplar
toda la hermosura que Dios creó a través de la Naturaleza.
Respétate a ti mismo y verás que los demás te respetarán.
Esfuérzate cada día por ser un ciudadano útil.
Si practicas estas reglas,
seguramente serás en el Nuevo Año un ser humano feliz
porque con tu comportamiento estarás aportando para una mejor convivencia
y podrás ser de inspiración para otros.

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