Por: Joselin Arteaga - “Quienes critican a la IV República ahora son rateros que se llevan hasta los clavos de las oficinas” - El arzobispo de Coro y primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Roberto Lückert, rechazó la posibilidad que se apruebe la Enmienda Constitucional para la reelección continúa del presidente Chávez. “Me parece tan ridículo ver a los magistrados y gente que entiendo yo, pensantes en cuestiones constitucionales, que estén alentando las maromas constitucionales el referendo”. En una entrevista concedida a Unión Radio, Lückert, consideró inadmisible que se ejecute la reelección del jefe de Estado, puesto que el pasado 2 de diciembre está posibilidad fue rechazada por la sociedad venezolana. “Ya el venezolano dijo que no estaba de acuerdo con eso, a menos que sigamos el ejemplo de Cuba, Fidel (Castro) tiene 50 años y luego hereda Raúl, así que tendremos que Chávez tendrá 12 años más y luego vendrá su hija”. Asimismo, el arzobispo de Coro cuestionó que los alcaldes oficialista electos estén trabajando por la reelección de Chávez, cuando en el país existen problemas que no han sido solventado. Crítico el desmantelamiento que hubo en muchas alcaldías y gobernaciones por parte de las autoridades salientes. “En la Cuarta República se decía que eran ladrones y ahora son vulgares rateros, se llevan los clavos y las papeleras de las oficinas; lo otro es la injusticia del Zulia porque el nuevo gobernador no tiene cómo pagarles la quincena y aguinaldos a los empleados públicos del Zulia, ese dinero no es de Chávez, Rosales o Pablo Pérez; eso es justicia dar a cada quien lo que le toca”. Finalmente, Lückert denunció que está siendo víctima de una persecución política “me tienen vigilados los carros, nos tienen vigilados, siempre ando solo, nunca he conspirando, ni me he reunido con conspiradores, el día del golpe me encontraba apoyando al gobernador, porque uno sabe dónde comienza el golpe, pero no dónde va a terminar, allí tienen la experiencia de Chile, quisieron sacar Allende y se les encaramó Pinochet con una dictadura feroz por unos años. La única arma que tenemos los demócratas es el voto”.
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