miércoles, 31 de diciembre de 2008

Feliz Nochebuena de Fin de Año 2008

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Hoy culmina un año más. ¿Cuántos han pasado? ¿Cuántos quedarán? ¡No importa! Lo único importante es lo vivido y la disposición a seguir viviendo. Un año más que está por terminar. ¿Hacer un balance del año que terminó? Si la vida fuera un comercio, donde hay pérdidas y ganancias, quizá valdría la pena hacer un "balance". ¿Pero qué ganamos? ¿Qué perdimos? ¿Existe, acaso, algún parámetro para determinar lo que perdimos y lo que ganamos? Lo que para algunos fue una pérdida, posiblemente para otros haya sido ganancia. Pero esto es parte de la fantasía de los que creen que la vida es una suma o una resta, una multiplicación o una división... Esta es parte de la fantasía de los que creen que las estadísticas revelan la vida y la realidad, sin darse cuenta que una estadística no es más que una interpretación de la realidad, hecha a conveniencia de quien la hace o de quien la ordena. La vida es existencia y la existencia no se mide ni se refleja en balance. ¿Propósitos para el año venidero? Los "propósitos" tuvieran algo de consistencia si cada cual fuera dueño de su existencia. ¿Pero qué sabes si diez minutos después de que entre el año un infarto parte en dos tu corazón? Aunque nos duela, vivimos una existencia prestada, que no poseemos en propiedad y que puede desaparecer en cualquier momento. ¿Propósitos? ¿Y qué me dices de las circunstancias? ¿O es que vas a negar que las circunstancias casi siempre pueden mucho más que tus proyectos y que tus propósitos? Los propósitos sólo sirven para formularlos en momentos de emoción, para incumplirlos y para acumular frustraciones al darte cuenta de que no pudiste cumplirlos. La única disposición de cara a un nuevo año es la de seguir viviendo. ¡Ya eso es mucho! Es mucho, sobretodo, si caes en la cuenta de la ingente cantidad de personas que ya no quiere seguir viviendo. Es mucho, sobretodo, si caes en la cuenta de que son muchos los que, deseando vivir, viven bajo la zozobra de no saber si les caerá una bomba, serán salpicados por el efecto de un misil o si serán masacrados en una iglesia mientras escuchan un concierto de Navidad. Es mucho, sobre todo, si caes en la cuenta de que mucha gente ha salido de sus casas y no pudieron regresar, porque quedaron tendidos en el suelo a causa de la mano criminal de un hampa que no parece escandalizar a quienes están encargados de velar por la seguridad ciudadana, sin darse por enterados de eso. Sí, esos mismos que se rasgas las vestiduras por lo que está sucediendo en el Oriente que, aunque Próximo, es bien lejano a nosotros. Es mucho desear seguir viviendo. No te deseo un feliz año, no. Sólo te deseo que sigas viviendo... Que el próximo año sea o no feliz, no depende de nadie, ni siquiera de ti. O sí, sí depende de ti. Depende de la sabiduría con la que te conduzcas en medio de los distintos avatares que te vayan imponiendo las circunstancias.
Tomado de ND. Publicado por el Forista J&A el 31-12-2008

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