lunes, 29 de diciembre de 2008

Adiós 2008


Por: Manuel Barreto H. - Se acerca el fin de un año extenuante. El momento es propicio para reflexionar internamente sobre experiencias pasadas, situaciones presentes y el porvenir. Para aprender del pasado, disfrutar el presente y construir un futuro mejor. Finalmente se va 2008, un año más marcado por la intolerancia y la impertinencia política, por los escozores sociales y grandes injusticias judiciales.Como en años anteriores, lo urgente siguió estando antes que lo importante. 2008 fue año de inflación incontrolable, de aumento sideral de las víctimas de la violencia y del silencio cómplice por parte de quienes pueden realmente imponer los correctivos. Se va un año signado por la frustración, doce meses en los que han reinado más las dudas y el temor al futuro que la certidumbre que los ciudadanos esperaban. Un año más de oportunidades perdidas. Un año, como cuantos le preceden, marcado por la división, la confrontación, la tensión, el resentimiento y la intolerancia; liderado por megalómanos y autoritarios concentrados en aplicar a cualquier costo fórmulas para la reproducción del poder; líderes que con sus acciones se esfuerzan más en el cálculo político para garantizar una inútil sobrevivencia; líderes incapaces de comprender la naturaleza diversa del país; líderes que no tienen tiempo para pensar en el futuro del país, porque están ocupados en orquestar el mezquino futuro propio. Así está nuestra nación, a la espera que le regresen su futuro, a la espera de su unidad, de la convivencia pacífica y no de amenazas.Sostenía el gran educador brasileño, Paulo Freire (Pedagogía de la Autonomía)... "Es necesario que quede claro que la desesperanza no es una manera natural de estar siendo del ser humano, sino la distorsión de la esperanza. Yo no soy primero un ser de la desesperanza para ser convertido o no por la esperanza. Yo soy, por el contrario, un ser de la esperanza que, por 'x' razones, se volvió desesperanzado. De allí que una de nuestras peleas como seres humanos deba dirigirse a disminuir las razones objetivas de la desesperanza que nos inmoviliza". Se torna impostergable mantener la esperanza en que es posible construir para el porvenir de nuestros hijos un país mejor. Por eso deseamos hacer llegar a todos aquellos que comparten nuestros ideales y nuestro compromiso, junto con el agradecimiento por acompañarnos a lo largo de este camino, un saludo esperanzador por un año 2009 abierto al mejor futuro que podamos entre todos construir. Estas fechas de postrimería de un año tan convulsionado, son el momento más apropiado para poner el acento en la importancia de fortalecer los lazos de solidaridad que queremos anudar entre nosotros.Por eso, en esta hora en que cada uno desea lo mejor a sus familiares y amigos para el año que viene, podemos expresar los mejores deseos a todos y, especialmente, a los que se encuentran en situaciones más difíciles o están más necesitados. Si la solidaridad y la preocupación por el bien de los demás siempre tienen que estar presentes en la vida de nuestra comunidad, con más razón deben estarlo en estas fechas, a pesar de lo difícil que resulta llegar a ponernos de acuerdo, a pesar de las brechas existentes, que nos parecen infranqueablesNuestro sincero reconocimiento a todos los demócratas que desde diferentes frentes hacen lo que pueden por enfrentar las pretensiones neototalitarias del régimen y los exhortamos a que redoblen sus esfuerzos este nuevo año 2009. Sólo nos queda pedir a Dios que en este nuevo año ilumine el camino que nos conduzca a la solución de la crisis más profunda jamás vivida en nuestro país.

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