miércoles, 17 de diciembre de 2008

Dame cuatro fuertes


Por: Gustavo Yepes Pereira - gyepesp@gmail.com - En su época de comediante, Joselo representaba a un personaje que al terminar su labor pretendía cobrar una suma extravagante. Ante la rotunda negativa del cliente de turno, terminaba transándose por ¡cuatro fuertes! Obviamente el personaje de marras necesitaba esos cuatro fuertes para sobrevivir hasta que algún cliente gafo le pagara lo que pretendía. El comediante que hoy nos desgobierna, al mejor estilo de su fiel seguidor Joselo, trató de hacer lo mismo el 2D, intentando meternos por el pecho una cantidad extravagante de artículos en la Constitución. Ante la rotunda negativa del soberano, nos dice hoy que en realidad lo que quiere que le cambiemos es apenas un pedacito de un articulito; o sea, se está transando por ¡cuatro fuertes! Cuatro fuertes que necesita con urgencia para sobrevivir, porque está al tanto de que “sólo” le quedan 4 años y eso le quita el sueño. El sabe lo que le espera cuando deje de ser el actor principal y el rebaño de extras que lo sigue también sabe que sólo él les garantiza sus privilegios y su impunidad. En su desespero, el comediante y sus extras quieren cambiar el pensamiento de Bolívar, la decisión del soberano expresada el 2D y el significado del término “alternativo”, palabrita humilde pero poderosa, ya que es uno de los principios fundamentales de la Constitución que sólo podría ser cambiado por el poder constituyente y no por el constituido. Si el lector se toma la molestia de comprar o buscar en Internet la Constitución Ilustrada publicada por el gobierno bolivariano, puede observar en las imágenes que acompañan al Artículo 230 al mismísimo Simón Bolívar advirtiéndole al Presidente de turno, con el dedo índice en alto como en señal de advertencia: “y esa reelección para un período adicional es por una sola vez”. Y no podía ser de otra forma porque esa fue la posición inequívoca de Bolívar en cuanto a la permanencia de un mismo hombre en el poder. Mucho se ha discutido y se seguirá discutiendo acerca del verdadero pensamiento de Bolívar, de la constitucionalidad de la enmiendita solicitada, de la insistencia en consultar al soberano sobre un tema sobre el cual ya se pronunció claramente. Lo que no tiene discusión es el descaro de dar prioridad a un intento de perpetuar en el poder a un comediante que no se preocupa por la inseguridad, por el empleo decente, por los niños de la calle, por la galopante corrupción y por tantos otros males que nos aquejan. Me permito, para finalizar, copiar un extracto que ha sido citado al menos en dos fallos (2002 y 2004) por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia rojo rojito, que no deja lugar a dudas en cuanto a la inconstitucionalidad de la pretensión oficialista: “Este calificado ‘derecho’ de reelección, aunque justificado como un mecanismo de extensión del buen gobierno, podría desvirtuarse y convertirse en una grave amenaza para la democracia: las ansias de perpetuación en el poder (continuismo), así como la evidente ventaja en los procesos electorales de quien ocupa el cargo y a su vez es candidato a ocupar el mismo, han producido tanto en Venezuela como en el resto de Hispanoamérica un profundo rechazo a la figura de la reelección. …actualmente, la Constitución de 1999, optando por una modalidad distinta para resguardar la alternabilidad, establece en su artículo 230: ‘...El Presidente o Presidenta de la república para ser reelegido, de inmediato y por una sola vez, para un período adicional".

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