lunes, 3 de noviembre de 2008

¡Sorpresas y mentiras!


Para sorpresa de muchos, y contrario a la política estatizadora del Gobierno de Chávez, PDVSA está emprendiendo ahora una nueva apertura en la estatal petrolera.La semana pasada, el presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, anunció que 47 empresas fueron invitadas a participar en el proceso de licitación para desarrollar cuatro áreas del bloque Carabobo de la Faja Petrolífera del Orinoco, en condición de socios minoritarios, con un máximo de 40% de participación. Cada una de las cuatro áreas del bloque Carabobo tendría una producción estimada de 200.000 a 240.000 barriles a partir del 2014. Llama la atención que el ministro Ramírez declaró que los costos de producción estarían entre $3 a $4 por barril, lo cual es una falacia, ya que el costo real estaría en el orden de $9 a $10/bbl, si se toman en cuenta, la depreciación y el costo del dinero, entre otros factores.Ramírez también anunció que PDVSA construiría en la zona de Soledad, estado Bolívar, dos mejoradores de crudo con capacidad, cada uno, de procesar diariamente hasta 240.000 barriles diarios de crudo extrapesado conviertiéndolo en crudo mediano hasta de unos 32° API. Extraña que el ministro Ramírez no habló del costo de los dos mejoradores. Pero, tomando en cuenta que los cuatro mejoradores anteriores, con una capacidad en su conjunto de unos 520.000 b/d de crudo mejorado, requirieron inversiones de unos $17 millardos, antes de entrar en producción, y si se aplicara una simple regla de tres, se tendría que los 800.000 b/d de nueva capacidad proyectados podrían costar unos $26 millardos. Pero, agregando el impacto de la inflación mundial, el costo probable sería no menor de $32 millardos. De esta cifra, PDVSA tendría que aportar $19,2 millardos y $12,8 millardos los socios... Sin embargo, es muy poco probable que PDVSA pueda aportar tal suma... Para VenEconomía, este proyecto de apertura nace no sólo con mentiras sino con plomo en las alas.Entre las 47 empresas invitadas a participar en la licitación, no se encuentran ExxonMobil ni ConocoPhillips, dos de las empresas con mayor tecnología y experiencia en estos proyectos. Además, muy pocas (por no decir, ninguna) de las 47 invitadas tendría el capital, la experiencia y la tecnología necesarias para desarrollar un bloque de esta envergadura.Otro bemol es que resulta muy difícil que un inversionista racional arriesgue tanto capital en un proyecto donde sólo tendrá 40%, o menos, de participación. Mucho menos si no tiene el control de la gestión operativa del mismo, el cual es un factor crítico para asegurarse el rendimiento del capital. Además, los inversionistas, tampoco arriesgarán capital sin tener garantías de arbitraje internacional, sobre todo después del precedente de ExxonMobil y ConocoPhillips. Quizás las empresas puedan estar dispuestas a participar en el proceso de licitación y correr la arruga hasta mayo de 2009, cuando se darán a conocer los ganadores. Esta estrategia sería sensata y se sustentaría en la tesis de que 2009 será un año difícil económicamente para Venezuela. Esta situación llevaría a pensar que el campo sería propicio para que las empresas obtengan mejores condiciones, en momentos cuando Chávez y Ramírez estarían más proclives a ceder en sus rígidas posiciones.

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