Por: Elides J. Rojas L. - Los peroles bélicos apenas alcanzaron para la gloriosa toma de Carabobo. El comandante en jefe de la revolución mundial lo dijo en ese tonito amenazante que engaña. Es decir; induce a creerle y a tener miedo, pero en puro teatro. Es el mismo tonito de la guerra contra Colombia, el mismo tonito de la batalla contra el hampa, el mismo de la lucha contra la inflación y la guerra asimétrica. El mismo tonito de cualquiera de los magnicidios. Pose y actuación. Ya son 10 años. Demasiado tiempo como para que la misma cantaleta siga viva. Voy a sacar los tanques si en Carabobo gana la oposición. Esa fue, más o menos, la declaratoria de guerra que le pareció tan normal al CNE, aunque eso indica que el organismo está claro. No abre investigación porque sabe que se trata de paja ilustrada y en cadena. Y es alfalfa revolucionaria por dos simples razones: no hay tantos tanques y los pocos que hay no sirven. Son unas chimeneas andantes. Por momentos parecen una camionetica de la ruta Manicomio-Antí mano. No obstante, y bajo el riesgo de tomar en serio esta alucinante versión criolla del Manual práctico para blindados y otros peroles de guerra, imaginémonos que Salas Feo gana en Carabobo, como debe ocurrir. Los pocos catanares bélicos en existencia podrán llegar a eso de las cinco de la tarde del mes siguiente al de la fecha en que el CNE entregue el escrutinio final. Si esa hubiese sido la amenaza del 2D todavía los tanques estarían bajo techo a la espera de que el CNE cierre la cuenta. Pero eso es todo. No hay tantos peroles. Si acaso alcanzan para Carabobo. Para el resto de los Estados veremos cómo en el Zulia la toma militar se hará con carruchas cubanas, en Sucre con los submarinos nucleares rusos que, cosa rara, han resultado excelentes en eso de matar rusos. En Táchira el asalto será con burrosbomba de las FARC, en Barinas con los caballos de 16 patas y dos cabezas nacidos en el Centro Genético de La Marqueseña. En Miranda, habrá un bombardeo de mandarinas, sacadas de la Ruta de la Mandarina, creación de Diosdado Cabello. A Aragua, como los tanques se fueron a Carabobo, hay que tomarlo con los dirigibles de seis millardos de Barreto, podridos y desinflados en el depósito de la Alcaldía Mayor. Nueva Esparta será pulverizada con las canoas endógenas destinadas a cubrir el paseo por el Guaire, el mismo pichaque que algún día, como lo prometieron ellos mismos, será el balneario de muy altos y respetables funcionarios del proceso. Y Yaracuy, donde la ley roja rojita ha hecho festín, la trampa sale y habrá que sitiarla con el ejército de vaquillas chuecas y epilépticas que mandó la pareja picarona de Argentina a cambio de dólares de verdad ¿Y qué queda para Bolívar, Cojedes, Guárico, Mérida, Portuguesa, Trujillo, Distrito Capital o el Municipio Sucre? Pues habrá que sacar el batallón de gallinas criadas en el Sistema Nacional de Gallinas Verticales. Las mismas de Arias Cárdenas.
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