lunes, 24 de noviembre de 2008

SALMO 140 Oración ante el peligro

Salmo 140 Eripe me, Domine
Librame, Señor, del malvado,
guárdame del hombre violento:
que planea maldades en su corazón,
y todo el día provocan contiendas;
afilan sus lenguas como serpientes,
con veneno de víboras en los labios.
Defiéndeme, Señor, de la mano perversa,
guárdame de los hombres violentos;
que preparan zancadillas a mis pasos.
Los soberbios me esconden trampas;
los perversos me tienden una red
y por el camino me colocan peligros.
Pero yo digo al Señor; "Tu eres mi Dios",
Señor, atiende mis gritos de socorro,
Señor Dios, mi fuerte salvador,
Que cubres mi cabeza el día de la batalla.
Señor, no le concedas sus deseos al malvado,
no des éxito a sus proyectos.
Yo sé que el Señor hace justicia al afligido
y defiende el derecho del pobre.
Los justos alabarán tu nombre,
los honrados habitarán en tu presencia.

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