Por: José Rafael Padrino - Resulta insolente por parte del tte coronel, concederle un carácter revolucionario y progresista a la Fuerza Armada Nacional, ahora rebautizada como Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), cuando ha sido precisamente esta institución la encargada de reprimir y aniquilar toda protesta popular a fin de garantizar la continuidad del proyecto capitalista hegemónico. Engels afirmaba que las instituciones armadas en un Estado burgués constituyen la reserva estratégica del proyecto hegemónico, ya que permiten darle continuidad al mismo a través del uso indiscriminado de la represión a fin de ejercer el control "necesario" sobre las mayorías explotadas. Al margen de los dislates del inquilino de Miraflores, la FAN-FANB no puede definirse orgánicamente como una institución democrática por su condición de obediente y no deliberante, así como por su condición de cuerpo represivo al servicio del Estado. Mucho menos es una FAN socialista, pues garantiza con el poder de las armas el orden económico y social capitalista, propio de un Estado burgués. Recordemos, que la FAN ha sido la institución que ha llevado y sigue llevando sobre sus hombros la responsabilidad de reprimir mediante el uso de las armas a la disidencia política, torturar y asesinar a los luchadores sociales, y llevar a cabo funestas masacres tales como Cantaura 1982, Yumare 1986, El Amparo 1988, el Caracazo 1989, y más recientemente la Paragua 2006. Estos hechos históricos se suman a las desapariciones forzadas de ciudadanos tanto en las décadas de los 60 y 70, así como durante la tragedia de Vargas, inequívoco signo fascista de la represión sin limites bajo el pretexto de la defensa de la Patria. Estos crímenes han quedado bajo una impunidad total por parte de los gobiernos anteriores y mantenido por el régimen del tte coronel, a pesar de su discurso falaz en favor de los derechos humanos. Con el agravante de que este gobierno ha premiado con altos cargos oficiales a varios de los militares involucrados en la mismas (Ramón Rodríguez Chacín, José Vivas Quintero, Ricardo Pérez Gutiérrez). A pesar de la manipulación oficial, la función represiva de la FAN sigue siendo cada día más evidente. Basta con ver su bestialidad durante las protestas populares y estudiantiles (2002-2004-2007), de su accionar en contra de los trabajadores de Sanitarios Maracay, de Sidor, de los petroleros en Anzoátegui, de su participación en la masacre de la Paragua (Estado Bolívar) etc. Independientemente de que sus integrantes realicen juramentos socialistas, se declaren anti-imperialistas, o griten Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos, la FAN-FANB siguen siendo un instrumento represivo para garantizar la continuidad del proyecto de dominación capitalista que encarna el tte coronel y su grupete. La rebautizada Fuerza Armada Nacional Bolivariana se parece cada vez más al ejército que fue en aquel tiempo la columna vertebral de la dictadura de su verdadero creador, el general Gómez. Si en el pasado demostró su fiel obediencia a los dictámenes del dictador Pérez Jiménez, y a la degenerada clase política adeca y copeyana, hoy se arrodilla frente a los deseos del tte coronel: desarticular las organizaciones políticas, estudiantiles, sociales, sindicales y populares e inducir el miedo y el terror en la población. Todo ello basado en la concepción fascista del uso de la fuerza, como instrumento fundamental en el ejercicio del poder. El socialismo del Siglo XXI solo es una trapacería militarista, inventada para intentar ocultar la realidad: un proyecto que lejos de luchar por una mayor equidad social, persigue instaurar un grotesco capitalismo de Estado militarizado, excluyente, cuyo líder sueña con perpetuarse en el poder. Los redomados asesinos del pasado, constituyen hoy la vanguardia de esta mal llamada revolución socialista.
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