Por: Arturo Damm - http://www.asuntoscapitales.com/ - La campaña a favor del voto en blanco crece, de la misma manera que se multiplica el número de gente a favor, multiplicació n que se debe al descontento de la ciudadanía, con los políticos en general, y con los legisladores en particular. De acuerdo, ¿pero cuántos de los descontentos pueden señalar una par de razones, ¡ojo: razones!, por las cuales habría de castigar a la clase política con el voto en blanco? ¿Qué es lo que los legisladores, en particular, han hecho mal o dejado de hacer? Y de entre el conjunto de los legisladores, ¿quiénes son los que han, o dejado de hacer lo que deberían de haber hecho, o hecho mal lo que deberían de haber hecho bien?¿Cuántos de los descontentos pueden señalar una razón, ¡ya no dos!, relacionada con la economía, por la cual, partiendo de lo que los legisladores hicieron mal o dejaron de hacer, se deba de votar en blanco, como muestra de que no estamos de acuerdo con lo que dejaron de hacer o hicieron mal? ¿Cuántos pueden responder correctamente esta pregunta, sin caer en lugares comunes como lo son la caída en la producción, el repunte en el desempleo o la inflación, que hoy es mayor que hace un año? No que todo esto, desde la caída en la producción hasta la mayor inflación, no sea una realidad, ¡claro que lo es!, y todo ello apunta en la dirección equivocada, razón por la cual se debe corregir. La pregunta es ¿cómo?, y, sobre todo, ¿qué es lo que los legisladores deben hacer para contribuir a la corrección? ¿Promulgar leyes que obliguen a los productores a no producir menos, aunque su demanda no dé para más? ¿O que prohíban a los comerciantes subir los precios, aunque ello se traduzca en pérdidas y quiebras? ¿O que prohíban a los empleadores despedir gente al tiempo que los obligue a contratar más obreros, aunque ese trabajo sea improductivo? ¿Qué es lo que los legisladores deben hacer para, atendiendo lo urgente, contribuir a la solución de los problemas ocasionados por la recesión y, considerando lo importante, fortalecer los cimientos de la economía mexicana para que, una vez superada la recesión, las posibilidades de progreso económico sean más y mejores? ¿Cuántos, de los promotores del voto en blanco, saben qué se requiere del marco jurídico de la economía, leyes que son responsabilidad de los legisladores, para lograr el mayor progreso económico posible, definido, no en términos de redistribució n del ingreso, y por lo tanto de igualdad, sino de productividad y competitividad, de producción de mercancías, de generación de ingresos, definido como la capacidad para producir más y mejores bienes y servicios para un mayor número de gente? Pero todavía más importante: de quienes aspiran a un puesto en la Cámara de Diputados, ¿cuántos saben qué se requiere del marco jurídico, que a partir de la nueva Legislatura será su responsabilidad, para lograr el mayor progreso económico posible? Por lo propuesto, desde precios justos hasta aumentos salariales de emergencia, ninguno.
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