martes, 23 de junio de 2009

San Ivo de Treguier

Magda Mascioli G. - Sirva este Nota para saludar a los Colegas Abogados; en especial a aquellos que hacen de nuestra profesión un arma en defensa de la Justicia en todos los campos. ¡Feliz Día!
Un Patrón de los Abogados - Ivo Hélori (Herwan, en bretón; Yves, en francés), hijo de un gentilhombre de la pequeña nobleza rural, nació un 17 de octubre, probablemente de 1253, en el manoir, la casa solariega de Ker-Martin o Kermartin, en Minihy-Tréguier, a media legua de la antigua ciudad episcopal de Tréguier, Bretaña, Francia, y murió en el mismo lugar el 19 de mayo de 1303. A los catorce años fue a estudiar teología, filosofía y derecho canónico a París, donde asistió a las clases de los dominicos san Alberto Magno y santo Tomás de Aquino y conoció al franciscano san Buenaventura, quien probablemente influyó en la orientación de su vida. Obtuvo allí grados en filosofía, teología y derecho canónico y en 1272 marchó a Orléans a estudiar derecho civil bajo la dirección de un célebre jurista de la época, Pierre de la Chapelle. De regreso a Bretaña, en 1278, fue designado juez eclesiástico de la diócesis de Rennes, con competencia en toda clase de asuntos excepto los criminales. Se desempeñó con gran empeño y suma prudencia, destacándose ante sus contemporáneos por la equidad de sus sentencias, la rapidez de su justicia y la gran paciencia desplegada para tratar de reconciliar amigablemente a los litigantes. Su reputación se extendió por toda Bretaña y el obispo de Tréguier lo reclamó en 1283 para que ejerciera la misma función en su diócesis, donde lo ordenó sacerdote en 1284 y le encomendó la parroquia de Trédez. Desde joven demostró su inclinación a la vida ascética, practicando mortificaciones y ayunos, sobresaliendo siempre por su preocupación por satisfacer las necesidades de los más débiles. De diversas maneras manifestó su simpatía por la vocación de las órdenes mendicantes y de regreso a Kermartin, transformó la casa paterna -recibida por ser el hijo mayor- en hospital, orfanato, comedor y alojamiento de las gentes sin recursos, a quienes asistía personalmente. Agregó un pabellón a su casa, que funcionaba como un verdadero asilo: los peregrinos de paso, los pobres, los enfermos y los mendigos, eran recibidos, reconfortados, alimentados y vestidos. Messire Yves, además de desempeñarse como juez con gran sabiduría y sentido de la justicia en el territorio de su jurisdicción, ejerció la abogacía ante otros tribunales defendiendo a los desamparados, tratando siempre de reconciliar a los adversarios, pero -para no perjudicar a sus colegas- tomaba las causas de los más miserables, lo que le mereció el título de "abogado de los pobres", asumiendo a menudo los gastos judiciales de sus clientes. Es del caso señalar que se preocupaba tanto del bienestar temporal como del bienestar espiritual de la gente y con frecuencia predicaba en otras iglesias además de la suya y lo hacía en latín, francés y bretón. Años más tarde, hacia 1298 ó 1300, renunció a su oficio de juez para dedicar los últimos de su vida al trabajo parroquial, como párroco o rector de Louannec, siempre en el obispado trecorense. San Ivo, conocido también como san Ivón, fue canonizado en 1347 por Clemente VI. En su proceso prestaron declaración vecinos que lo habían conocido personalmente y atestiguaron sobre milagros obrados con su intervención antes y después de su muerte. Muy especialmente como patrono de los abogados, pero asimismo de los juristas en general, magistrados y profesores de derecho, su culto se extendió por toda Europa y llegó a América. Los colegios de abogados de los Estados Unidos de América ofrecieron en 1936 un vitral a la Catedral de Tréguier en homenaje a su ilustre antecesor. Por su parte, delegaciones de abogados extranjeros se unen con los magistrados y abogados franceses a la muchedumbre de peregrinos que anualmente, el 19 de mayo o el tercer domingo de ese mes, participan del "gran perdón de San Ivo" o "perdón de los pobres". En las procesiones que se realizan todos los años desde la catedral de Tréguier hasta Minihy-Tréguier participa todo género de personas, juntamente con magistrados y letrados que concurren con sus vestiduras características y funcionarios judiciales.

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