lunes, 22 de junio de 2009

Hugo quiere su Toyotica, y yo también


Por: Juan José Ojeda Díaz - Analizando lo que dijo Hugo Chávez este sábado 20 de junio con respecto a que él preferiría andar en un Toyotica, pienso que esa expresión tiene varias aristas interesantes. En primer lugar, es una frase cínica, en la que Chávez se hace el loco y olvida que su gobierno le ha declarado la guerra a las ensambladoras, que para él huelen a capitalismo puro, y que como consecuencia trajo el cierre de la planta de la GM el pasado viernes por la falta de dólares de Cadivi para la adquisición de insumos, con lo cual, están en peligro más de cien mil puestos de trabajo directos e indirectos. No podemos olvidar el conflicto en la Mitsubishi y la Toyota con muertos y quemas de vehículos incluidos. Imposible dejar de lado los "Toyoticas" que se llevó el CICPC de la casa de Zuloaga. Por otro lado, cualquier venezolano tiene entre sus tres primeras aspiraciones tener un carro y si este, puede ser un Toyota mucho mejor. Mientras tanto, Chávez, en una de sus tantas y cansonas alocuciones, dijo que le gustaría andar en un Toyotica, tal y como lo diría cualquier habitante del cerro. Chávez, intenta inútilmente colocarse a nivel del lenguaje de los más desposeídos y a la vez comete un error garrafal, fruto del mezclote político que tiene en su cabeza, porque asume con su expresión sólo él tiene el derecho a desear andar en el toyotica y no lo hace porque "a los tres días lo matan". Reconoce con cierta vergüenza que debe andar en camionetas blindadas que no van con él, mientras que el del cerro hace el esfuerzo, se monta en el Toyotica, bien sea para llevar pasajeros a las zonas más pobres o para su uso personal, corriendo el peligro que a los tres días lo mate el hampa para quitárselo.

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