Por: Aída Gutierrez - Publicado en la Revista zeta Nº 1711 del 19 al 25 de Junio del 2009 -Venezuela no padece de fuga de cerebros, sino de expulsión, producida por ignorar lo que valen, negarles las condiciones requeridas para su trabajo y someterlas a la persecución política si no son percibidas como rojas rojitas. El investigador Jaime Requena es biólogo de la UCV, especialista en Neurofisiología y desde 1995 se ha dedicado a la Cientometria. Tiene doctorado en la Universidad de Cambridge (Inglaterra). Es miembro de tres Academias en: Venezuela, Italia y Latinoamérica. Inició su carrera de investigador científico en el IVIC, pasando en 1982 a la Fundación Instituto de Estudios Avanzados, IDEA. Acaba de ser removido de su cargo por haber escrito en la Revista Nature un informe que no fue del agrado oficial. Requena introdujo la solicitud de su pase como profesor emérito, dado que desde el 19 de septiembre de 1967 entró a trabajar en una institución científica del Estado y cumplía con los requisitos para su jubilación. Nunca tuvo respuesta y once días después fue despedido del IDEA. “Uno es inconveniente para el gobierno” - Hago estudios de la ciencia por la ciencia y me han llevado a concluir, que en Venezuela la producción científica hoy en día al año 2009, está en su nivel mas bajo en los últimos 30 años y cuando uno habla de las fuga de cerebros, si dice que se está perdiendo el capital humano, que la inversión en ciencia no camina, entonces uno es inconveniente para el gobierno y esa es la razón realmente de mi despido. El problema no solamente soy yo, lo que me preocupa son mis compañeros. El caso mío es igual que el de Claudio Mendoza, investigador físico del IVIC, quien habló de Irán, de energía nuclear y lo silenciaron. Mendoza fue secretario general de la Asociación Venezolana de Físicos. Escribió un artículo "Masa crítica", publicado en el diario El Nacional, que alertaba sobre el desarrollo de energía nuclear en el país impulsado por el presidente Hugo Chávez, ocasionó que las autoridades del IVIC destituyeran a Claudio Mendoza como jefe del Laboratorio de Física Computacional. Prosigue el profesor relatando que la bióloga nutricionista María de las Nieves García, en 2005, dio a conocer los resultados de una investigación relativa a la anemia en la población infantil, donde advertía que cerca de 70% de los niños menores de 2 años de edad que acudían a los ambulatorios de tres estados presentaban ese trastorno y que, además, las nuevas harinas de maíz precocido vendidas por Mercal no eran enriquecidas con hierro, como lo exige el Estado venezolano. Yajaira Freites, miembro de la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia, en el documento “Conocimiento, expertos y sociedad”,indica que el Ministerio de Ciencia y Tecnología publicó un comunicado de prensa "cuestionando las cifras y la ética de la investigadora". Las autoridades del IVIC, institución del cual forma parte, se negaron a respaldarla. García sólo pudo defender su posición por Internet. Requena nombra una larga lista de científicos que se han ido del país: “Hay un maltrato hacia los científicos y lo mas perjudicial es que no tenemos un interlocutor. El Ministro de Ciencia, Jesse Chacón no tiene idea de quien es uno, porque ese individuo viene de un cuartel y lo metieron allí, él desconoce la ciencia”. El Ministerio de Ciencia y Tecnología en teoría debería coordinar la actividad científica en el país. En la práctica ha ido perdiendo los institutos de investigación. Por ejemplo el grupo mas grande de institutos de investigación que hay en Venezuela son los INIA (Instituto Nacional de Investigación Agrícola) que era el viejo FONAIAP, esto siempre estuvo en el Ministerio de Agricultura y Cría pero cuando se hizo la reorganización del Estado eso pasó al Ministerio de Ciencia, pero ya está de vuelta, la gente se hartó del MC porque este organismo no sabe lo que están haciendo y se fueron de vuelta para el Ministerio de Agricultura. El MC tiene el IVIC, IDEA, FUNVISIS y el Instituto de Astrofísica de Mérida, . Maneja el 20 o 25% de la ciencia venezolana, el 80% de la ciencia que nosotros hacíamos las hacen las universidades venezolanas. Destaca la fuga de talentos: jóvenes, maduros y viejos. “Tengo una data que yo estoy produciendo donde muestro el envejecimiento de la comunidad científica, hoy en día el investigador promedio venezolano, el arquetipo del investigador es un hombre que tiene 50 años de edad, y le quedan 4 años porque a los 54 años te jubilan”. Se decía que Venezuela es un país de jóvenes, pero en la Ciencia es de viejos porque los jóvenes ya no entran, no ingresan. En el año 83 ese promedio era de 38 años, entonces había una comunidad científica pujante con muchísima gente joven. Jesse Chacón no sabe nada de ciencia, no entiende que no se le puede jubilar a un científico a los 53 años. Por ejemplo, hay una investigadora en el IVIC, Sara Perkerar a quien tratan de jubilar, y ella es la única que maneja una tecnología que es crucial en la ciencia, y cuando la jubilen se acabó esa tecnología. Él no lo sabe, ese es el drama. ASÍ LO DEJARON - Una carta, firmada el 13 de abril de 2009 por Prudencio Chacón, presidente de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados, IDEA, acabó con los 41 años de servicio a la ciencia del investigador Jaime Requena, quien otrora fuera presidente de esa institución. La razón que aduce Chacón para el despido es “por faltas graves a la higiene y a la moral”. Cuenta el científico que pidió su jubilación porque ya no aguantaba más la situación que estaba viviendo en su ambiente laboral. No me dieron una computadora, no me dieron una silla y soy operado de tres vertebras cervicales. No tenía mesa, tuve que llevar el escritorio de mi padre y dos sofacitos para sentarme en mi oficina y todos mis libros porque ellos en el IDEA desde el 2007, no me dieron ni un bolívar ni para comprar un lápiz ni una resma de papel. En abril de este año no aguanté más. Ahora estoy en la calle –prosigue- me han negado el pago de mis prestaciones sociales, del 82 hasta el presente se niegan a cancelármelas. No tengo ni jubilación y no se que voy hacer con mi vida… No me quieren pagar ni mi caja de ahorros ni la liquidación. Mis libros me los tienen confiscados allá, mis muebles, mis cosas, todo lo que yo tenía en mi oficina. Allí tenía mis cuadros de diplomas de graduado, nada de eso me ha sido devuelto, ni se me permite la entrada para sacar mis pertenencias.
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