jueves, 25 de junio de 2009

¡Viva la revolución!


Por: Violeta Yangüela - v.yanguela@codetel.net.do - Santo Domingo - Sin duda que el teniente coronel de Venezuela se preocupa y se ocupa del bienestar de los venezolanos. Eso sí, de todo el bienestar de todos los venezolanos. Desde la celebración del día del amor, del día del descubrimiento de América, de los centros comerciales, de la dieta de los ciudadanos y, sobre todo y más que todo, de la lectura. El pasado febrero decidió suspender la celebración del día 14 de febrero porque era el día previo a su referendo para eternizarse en el poder. En esa ocasión decía que como no había tiempo para ''nada, nadita'', después del día 15 se celebraría la semana del amor. El 16, 17, 18, 19, 20, 21 y 22 fue declarada la semana del amor. En el 2003 también había suspendido otra celebración. Para el teniente coronel el 12 de octubre marcó el inicio del genocidio más grande que pueda registrar página alguna de la historia de los siglos y de los pueblos. También se ocupa de la dieta. Tres meses después de que Chávez ordenara a Coca Cola el desalojo de los terrenos donde estaciona sus camiones, prohíbe de venta de la Coca Cola Zero promocionada como la única sin un gramo de azúcar. El ministro de la Salud anunció la prohibición por considerar que su fórmula contiene un ingrediente que es nocivo para la salud. El teniente coronel también se ocupa de los centros comerciales y SAMBIL no va. Se trata de un centro comercial cuya construcción se encuentra en su fase final al cual se le ordena detener sus obras y al mismo tiempo expropia el centro. Las autoridades y los vecinos deben impedir que los sectores privados se adueñen de las tierras propiedad del estado y de las comunidades. ``Puede temblar la tierra, pero SAMBIL no va [...] Ese es un monstruo del capitalismo''. Se supone que el ''socialismo del siglo XXI'' creará una cadena de tiendas estatales en las cuales los ciudadanos puedan recibir del Estado las mercancías socialistas y así acabar con el capitalismo. También el teniente coronel se ocupa de los libros con su ''plan revolucionario de lectura''. Este tiene tres objetivos fundamentales: • primero, consolidar al hombre y a la mujer nuevos (menos mal, las feministas no pueden protestar, esta vez han sido incluidas, nacerá la mujer nueva); • segundo, desmontar el imaginario del capitalismo (hasta la imaginación queda prohibida); y • tercero, recontextualizar la historia (en este último objetivo no se me ocurre otra cosa que no sea una muy buena mala palabra). El primer ''bibliocausto' ' se realizó en las bibliotecas públicas del estado de Miranda con la quema de 62,262 libros y los nuevos libros comienzan a llegar a las bibliotecas. ¿Los títulos? Dos botones: ¿Por qué soy chavista? y El socialismo venezolano y el partido que lo impulsará. No está de más recordar que el término ''bibliocausto'' fue utilizado cuando Hitler acometió una sistemática quema de libros en las bibliotecas públicas y tampoco sobra recordar que uno de los primeros libros prohibidos y desterrados de las bibliotecas cubanas fue 1984, de George Orwell. Alguien dijo una vez que "Allí donde queman libros, acaban quemando a personas''.

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