lunes, 11 de mayo de 2009

Fascista hasta el fin


Por: Pedro Llorens - pllorens@el-nacional - El comandante golpista, perezjimenista tardío, admirador de los carapintadas argentinos, discípulo del teórico fascista Norberto Ceresole, estuvo a punto de convencer a muchos de la sinceridad de su adhesión al socialismo, con la muerte como única alternativa posible (el 4-F de 1992 y el 11-A de 2002 se entregó mansamente), aunque el socialismo que proclama provenga de una mutación de la cepa revolucionaria en cepa porcina. "Al que asome la cabeza duro con él, Fidel, duro con él", pedía el cantautor cubano Carlos Puebla. No importa si el que asoma la cabeza es un trabajador (obrero) de Pdvsa, Sidor, Alcasa, Venalum, Bauxilum, Carbonorca, Edelca, del sector educativo, de la salud..., en todo caso siempre será posible acusarlo de infiltrado, agente de la CIA, y encanarlo por atentar contra la seguridad de la nación, como se hizo con 54 sidoristas que protestaban "en las inmediaciones de sedes estatales". Según uno de los monigotes del autócrata, Rafael Ramírez, hay una estrategia "para ahogarnos en unas reivindicaciones laborales que no tienen sentido". A la empresa petrolera la ahogarán o terminarán de ahogarla la mediocridad gerencial y los sindicatos de esquiroles (algo nunca visto), creados para provocar conflictos y debilitar la protesta de quienes ­partidarios del Gobierno incluidos­ no están dispuestos a renunciar a los beneficios que les otorga la contratación colectiva. La estrategia oficial no es clara y no se sabe si pretende evitar conflictos o provocarlos. En lugar de promover el socialismo para lograr el bienestar, se pide renunciar al bienestar para promover el socialismo. La desproporcionada represión de la Policía Metropolitana y la Guardia Nacional, con gases lacrimógenos, ballenas, disparos de chorros color naranja, contra trabajadores y desempleados de la oposición, el Primero de Mayo en la avenida México, fue aplaudida por el Presidente, por tratarse de "oligarcas escuálidos, conspiradores y resentidos (mira quien habla)". Lo hizo desde una tarima, frente al Banco Central de Venezuela, ante chavistas traídos de todo el país que marcharon a su antojo por donde les dio la gana, mientras que los adversarios eran confinados a dos cuadras ­de la plaza Morelos al Parque Carabobo­ igual a lo que hizo el nacionalsocialismo con los judíos en Alemania.Lo que Rómulo Betancourt decía de los militantes de AD: "Adeco es adeco hasta el fin", podría decirse de los fascistas, que lo siguen siendo siempre, aunque se cambien de nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su Comentario