Una antigua leyenda india cuenta que uno de sus valientes encontró un día un huevo de águila y lo depositó en el nido de una "gallina en un gallinero". El aguilucho nace y vive día a día en medio de los polluelos así va creciendo con ellos. Toda su vida el águila hizo lo que una gallina de gallinero hace normalmente. Buscó en la tierra insectos y comida. Aprendió a cantar de la misma forma que una gallina y cuando volaba, lo hacía en una nube de plumas y sólo algunos metros. Después de todo, es así como se supone que las gallinas vuelan. Los años pasaron y el águila llega a la vejez. Un día, ve un pájaro espléndido planear en un esplendido cielo sin nubes, que se elevaba con gracia aprovechando las corrientes ascendentes. Volaba con libertad apenas movía sus espléndidas alas doradas. "Qué pájaro espléndido!" dijo nuestra águila a sus vecinos. ¿"Qué es?". "Es un Águila, el rey de los pájaros," responde su vecino. Pero de nada sirve pensarlo dos veces, nunca serás un águila". Así el águila lo hizo, nunca pensó dos veces. Se murió pensando que era una gallina de gallinero. Para lograr tus sueños, busca en el cielo, inspírate en quienes ya han volado, recuerda cuando tu has realizado tus propios vuelos, cuando no miramos hacia arriba a veces terminamos pensando que somos gallinas. Píénsalo dos veces.
miércoles, 21 de enero de 2009
Piénsalo dos veces
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