Por: Robin Rodríguez - Dirigente de Vanguardia Popular - En vista que se cumplirá 17 años de la aparición publica de Hugo Chávez y 10 en la dirección de las riendas del país; es oportuno ubicar las razones que motivaron esta rebelión y el surgimiento del chavismo. A pesar de estar conciente que no es fácil analizar un suceso como el 4 de febrero en un país dividido, donde los prejuicios y la negación de las verdades del adversario son algo común. Sobre todo cuando estamos ante un individuo que oculta su esencia neoliberal y actitudes dictatoriales utilizando el resentimiento de los mas pobres y el deseo de cambio de otros, puesto que estamos ante un proceso que es revolucionario de palabra, neoliberal en lo económico, militarista en lo político y tan corrupto como las cúpulas del pasado. En cuanto al 4 de febrero; debemos dejar claro que no haberse dado el levantamiento de Chávez, de todas maneras se hubiese producido una rebelión cívico-militar, puesto que el MBR-200 era uno de los cuatro movimientos que gestaban un pronunciamiento contra la corrupción, el paquete hambreador de Carlos Andrés Pérez y por la utilización de la FAN contra las protestas populares. Recordemos que cada suceso histórico debemos analizarlo tomando en cuenta las razones que lo motivan y las circunstancias en que se desarrollan. La popularidad que adquirió en el 4 de febrero pese a la derrota militar y su posterior ascenso a la presidencia, podemos hallarle explicación en el principio físico que establece: "Todo espacio vacío se llena". Ya que en el país existía una gran desilusión hacia la dirigencia política; por un lado el bipartidismo se desplomaba desde el sacudón social del 27 de febrero de 1989 y otros factores políticos venían con la raya de respaldar el neoliberal gobierno de Rafael Caldera. El repudio a las cúpulas del bipartidismo ha estado acompañado con el deseo de una ruptura de la dependencia económica de la nación, el combate a los corruptos, mejoras de las condiciones de vida de los pobres (educación, salud, ingresos, etc.) y la instauración de una verdadera democracia donde los sectores populares tengan protagonismo político. Pero algunos sectores político y económicos que adversan a Chávez (con mucha presencia mediática), no encarnan esos deseos del pueblo, mientras que los propagandistas del régimen lo han colocado como "redentor del pueblo"; utilizando perversamente el resentimiento de los mas pobres y el deseo de cambio de otros. Los ingresos petroleros, la imagen de redentor del pueblo y el tipo de oposición que ha tenido, han sido sus principales fortalezas. Pero la corrupción, la ineficiencia para gobernar y el derroche de multimillonarios recursos; se une al incremento de la dependencia económica del país, aumento de la deuda externa en 40 millardos de dólares, caída en un 40% de la productividad industrial y agropecuaria, incremento de la represión, exigencias reivindicativas de los trabajadores y una crisis mundial que se conjugará con el cuadro político, económico y social descrito. La corrupción, un nuevo paquete económico y la utilización de los cuerpos policiales y militares que trataran de disfrazar con supuestos planes desestabilizadores para contener el malestar popular que seguirá manifestándose, mancaran la actuación de Chávez y su entorno. De allí que necesitamos con urgencia la conformación de un referente político, puesto que la falta de una alternativa de carácter popular, progresista, nacionalista, revolucionaria y democrática, sigue representando el principal obstáculo para la conformación de una nueva mayoría. Se equivocan los que crean que basta plantearse la salida de Chávez del poder, es necesario canalizar el sentir popular y para ello se requiere de liderazgos comprometidos con esos cambios, una salida tipo 12 de abril de 2002 o lideres prefabricados mediáticamente, estarían condenados al fracaso.
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