¡Gracias Jacqueline!

Por: Coronel (Ej-Ven) Manuel A. Ledezma Hernández - Es justo agradecer a la Jefa de Gobierno del Distrito Capital -gracias al dedo autocrático- que haya develado el verdadero propósito de la propuesta nueva Ley Orgánica de Educación, y que siempre ha mantenido oculto “napoleón” y sus “focas”, y que no es otro más que “…producir mujeres y hombres iguales al piticubano máximo”. Es decir, de las palabras de la antes admirada dama, se deduce que en caso de ser aprobada la propuesta de Ley Orgánica de Educación, todos los institutos docentes para la formación y capacitación de la juventud venezolana, desde preescolar hasta postgrado, se convertirán en una especie de fábricas de salchichas de donde saldrán engendros y esperpentos llenos de odio; ególatras; esquizofrénicos; misóginos; mitómanos; cobardes; irresponsables; corruptos; bipolares; agresores y golpeadores de cónyuges; amantes del dinero propio y confiscadores del ajeno; enemigos de la propiedad privada y destructores de la propiedad pública; traficantes de armas y sustancias psicotrópicas y estupefacientes; derrochadores de los dineros de sus conciudadanos y avaros con el propio; demagogos; compradores de conciencias y votos; desleales; procaces; obscenos; vulgares; incoherentes; déspotas; militaristas; autocráticos; frustrados y resentidos sociales; mediocres; patanes; pusilánimes; con complejos(1), tales como, de: Aquiles, Bovary, Creso, Job, Judas, Münchausen, Narciso, Herodes, Prometeo; sólo por mencionar algunas de las “magníficas cualidades” que tendrá esa nueva juventud. ¿Será que las personas con hijos y nietos (obreros, empleados, trabajadores informales, profesionales, militares; mujeres y hombres que habitan este país) permitirán ésta aberración? ¡Estoy seguro que no será así!, pero… ¿estaré equivocado?, ¿de verdad lucharán hasta la famosa y desprestigiada “últimas consecuencias”?, ¿estarán dispuestos a todo por sus hijos y nietos? Yo no quiero que mis hijos ni mis nietos sean iguales a un “modelo” por muy bueno que pretenda ser, ¡yo quiero que tengan libre albedrío, que piensen y actúen por sí mismos, que puedan asumir, ante sí y la sociedad, la responsabilidad de sus actos y omisiones sin la excusa de que “así lo dice el sistema”, en definitiva, que sean libres! Por cierto, Jacqueline, investiga sobre el Complejo de Herodes y saca tus conclusiones.